Las acciones de protesta, con cada vez más presencia de delegados sindicales de la provincia y representantes de la Federación de Servicios de CCOO, fueron convocadas en demanda de que las camareras de piso externalizadas, unas 40 trabajadoras, fueran contratadas directamente por la empresa principal y que sus condiciones laborales quedaran reguladas por el convenio provincial.
La empresa se comprometió a que la temporada 2017 (el hotel cierra habitualmente entre octubre y marzo) las trabajadoras serían contratadas directamente bajo las condiciones que marca el convenio, tal como pedían los representantes sindicales.
A cambio, el sindicato provincial de CCOO desconvocó las jornadas de protesta previstas para los días 19 y 26 de agosto y 2 de septiembre. Asimismo se acordó que el Comité de Empresa velaría por el cumplimiento del acuerdo.
Debido a la importancia de la lucha contra la externacionalización, desde Alba Sud quisimos hablar con Pepi Pan Afanador, camarera de piso, sindicalista de CCOO, presidenta del comité de empresa y delegada de prevención del Hotel Barceló Montecastillo Golf y una de las principales activistas sindicales en la lucha contra la precariedad laboral en la provincia de Cádiz.
-¿Podrías contarnos cuál fue el origen de este proceso de lucha que comenzó en Cádiz?
-Nos dimos cuenta que los hoteleros trabajan conjuntamente y entonces decidimos unirnos también y formamos un grupo de trabajo de CCOO a nivel provincial, con delegadas y delegados sindicales de prevención y salud laboral de la mayoría de los hoteles.
-¿Cómo fue la conformación de ese grupo de trabajo?
-No ha sido de hoy para mañana. Hace un año y pico, durante la negociación del convenio colectivo, algunas camareras de piso quisimos introducir mejoras en nuestras condiciones laborales.
Cuando terminó la negociación, las camareras nos dijimos que ya estaba bien, que teníamos que hacer algo para que esto terminara, y con la ayuda del libro, “Las que limpian los hoteles”, nos dimos cuenta que teníamos que hacer visibles ante nuestro Sindicato y a nivel público las condiciones en las que estábamos.
Vimos que todas estábamos masacradas tanto física como psicológicamente, y decidimos que estos temas los teníamos que llevar a través de los comités de salud.
Entonces decidimos formar un grupo de trabajo en el que hubiera representantes de los principales hoteles de Cádiz, y que fueran delegadas de prevención, a ser posible camareras de piso.
También entendimos que para solucionar estos temas necesitábamos nuestra organización sindical, y si teníamos que hacer alguna reclamación o notificarle algo a la empresa referente a un problema de salud, la única firma que vale es la del delegado de prevención, no hay más.
De cara a la empresa resolvimos que teníamos que trabajar a través de los delegados de prevención, pero luego cada delegado de prevención tiene que trasladarlo todo a su comité.
-Empezamos a tener reuniones desde abril o mayo. Analizamos las deficiencias que teníamos en todos los hoteles y en qué condiciones estaban las camareras de pisos externalizadas.
-Esta precarización laboral coincide con el fuerte incremento de turistas que hay en todas partes, lo cual hace más indignante esta situación…
-Me imagino que en toda España es igual, pero aquí en la provincia de Cádiz hay lleno completo.
Yo pertenezco a un hotel que ha triplicado los precios, aunque las plantillas están igual o más reducidas.
-Empezamos a ver que teníamos que hacer acciones, movilizaciones, concentraciones, que teníamos que movilizarnos en las calles. Teníamos que hacerlo visible también fuera.
-Imagino que por las propias condiciones contractuales era muy complicado que las camareras de piso externalizadas dieran ese paso.
-Sí, era muy difícil porque a estas trabajadoras, al estar externalizadas, el miedo las supera.
-¿Cuál fue la primera acción?
-El primer hotel en el que quisimos actuar fue el Senator, que está justo en el centro de Cádiz.
Ese hotel ya estaba denunciado por nuestro sindicato ante la Inspección de Trabajo, porque el departamento de pisos también estaba externalizado, y la Inspección había dicho que tenía que aplicar el convenio de hostelería y la empresa hacía caso omiso.
Decidimos hacer una concentración, pero justo el día antes se reunieron con la organización sindical en Cádiz y se resolvió. No hizo falta hacer la protesta y pasamos al siguiente objetivo.
-Cuál era la situación de las camareras de piso del Hotel Barceló Sancti Petri, vuestro segundo objetivo…
-El delegado de CCOO nos puso al corriente de las condiciones en las que estaban las camareras de piso: la plantilla estaba externalizada, no había camareras de plantilla de la empresa principal, cobraran 2,30 euros por hora y estaban contratadas por 6 horas pero realizaban 8 y 9 diarias, no tenían tiempo de descanso y no hacían ninguna comida.
-¿Cómo se planteó el conflicto?
-La primera concentración fue el 15 de julio. En total hicimos cuatro. La última fue el 5 de agosto. Teníamos previsto concentrarnos también el 19 de agosto y otros dos días más, pero llegamos a un acuerdo con la empresa y se suspendió.
-Desde la primera convocatoria se presionó a las camareras. Las metieron en una habitación y les dijeron que su contrato era legal.
También les dijeron que iban a tener su tiempo de descanso y que les subirían el salario a 720 euros al mes.
El delegado que teníamos en el hotel, siempre aconsejado por nosotras, habló con ellas y les explicó que eso era una miseria, una migaja, y que lo que teníamos que conseguir era que estuvieran reguladas por el convenio de hostelería, con las mismas condiciones.
Nosotras no pudimos tener contacto directo con las trabajadoras, pero él sí, hablaba con ellas a diario. Por supuesto sabíamos perfectamente que ninguna camarera de ese hotel iba a estar en las concentraciones, porque nos han echado fotos, bueno, lo típico.
Al final las trabajadoras no firmaron nada. Y nosotros seguimos allí, movilizándonos. El grupo cada vez era más numeroso y hacíamos más ruido. Al final la empresa dijo que quería que ya solucionáramos esto.
-¿En qué consistió el acuerdo?
-Establece que en la temporada 2017 las camareras de piso van a ser contratadas por la empresa principal, por Barceló, y estarán reguladas por el convenio de hostelería. Esto afecta a unas cuarenta trabajadoras y se terminó la externacionalización.
-Un triunfo importante…
-Demostramos a nuestras compañeras que nada está perdido, que con la lucha se puede avanzar y que no hay otra forma de conseguirlo. Que los comités de empresa, cuando son fuertes, pueden lograr cosas.
Estoy súper contenta con este triunfo porque se ha abierto un camino. Que los hoteleros, los empresarios, se enteren que estamos aquí, que tenemos dignidad en nuestro trabajo, que somos profesionales y que ante todo reivindicamos nuestros derechos, y que no nos ninguneen, pues para la mayoría de las empresas no somos nadie.
-¿Crees que este proceso influye también en el sindicato, en la forma de ver las condiciones de las camareras de piso y en las estrategias sindicales para hacerles frente?
-En la provincia de Cádiz nuestro sindicato sí que ha conseguido cosas. El nuestro es el segundo mejor convenio de Andalucía, después del de Málaga, y es verdad que siempre ha estado apoyando a las camareras de piso.
Pero es evidente que había un problema y que no se estaba solucionando. Por eso las delegadas nos pusimos delante del sindicato.
Cualquier español que va ahora a un hotel a disfrutar de sus vacaciones y ve a una camarera de pisos ya no la mira igual, y se dice “vaya a saber cuántas habitaciones tendrá que estar haciendo la pobre”.
Ahora con este grupo de trabajo tenemos que hacerle ver al sindicato que tiene que actuar ya, que no podemos seguir así.
(Publicado por Alba Sud. La Rel reproduce fragmentos de esta nota)