“Hay una gran incertidumbre por esta fusión, se van a producir cambios a partir del 10 de octubre, día en el que el grupo AB InBev tome posesión de la empresa Backus.
Los trabajadores le preguntaron a uno de los gerentes si esos cambios serían buenos y él respondió que esperaba que lo fueran. A eso se limitó”, señaló el dirigente.
Sin embargo, algunos trabajadores están siendo invitados a renunciar, situación que ha generado gran zozobra entre los obreros, que además están preocupados por la dilación de la empresa en dar solución a su pliego de reclamos, presentado en junio.
“Nos han ofrecido un aumento general de 0,41 dólares y una bonificación por cierre de pliego de cerca de 104 dólares. Además han planteado incrementar en 4,45 dólares la asignación escolar, por la que actualmente recibimos 94,95 dólares.
Son propuestas que no cubren el alza de costo de vida. Tenemos otra reunión para tratar el pliego, y si no llegamos a un acuerdo romperemos el trato directo e iremos al Ministerio de Trabajo”, explicó Pari.
En Perú la cervecería Backus y Johnston, empresa líder del mercado cervecero, pertenecía a SABMiller y ahora es propiedad de AB Inbev.
“El nuevo propietario tomará decisiones sobre los trabajadores, algunos quedarán en el camino. Aquellos que tienen descansos médicos o faltas injustificadas ya han sido invitados al retiro”, afirmó Falla.
“Lamentablemente los sindicatos peruanos seguimos desunidos y sin posibilidad de enfrentar las nuevas situaciones que se vienen presentando.
Después de la dictadura de Alberto Fujimori no hemos tenido la capacidad de articularnos, mientras las empresas se fusionan y se hacen más grandes”, señaló el líder de la FNT CGTP-ABA.
La política tradicional de AB InBev hacia los sindicatos, de represión y dureza, no augura nada bueno para los trabajadores de Backus, agregó.
“Contamos con UITA para denunciar cualquier exceso. Ha llegado el momento de que los trabajadores reflexionemos sobre nuestro futuro y reforcemos a la Federación.
Se vienen tiempos difíciles”, concluyó.