Las mujeres indígenas se movilizan por derechos ya conquistados que el gobierno de Jair Bolsonaro pretende desconocer y para denunciar el avance de la frontera agropecuaria y de la minería en las áreas protegidas, así como la violación sistemática de sus derechos humanos.
Según cifras oficiales, en Brasil viven unos 800 mil indígenas de 305 etnias.
“La Marcha es una conquista de muchas mujeres pertenecientes a diversos pueblos que luchan diariamente con el fin de dar visibilidad y voz a sus causas”, enfatiza el Consejo Indigenista Misionario (CIMI).
“Es también fruto de una extensa lucha por el reconocimiento y el espacio propio de los movimientos indígenas ante la sociedad brasilera en su conjunto”, señala.
La Rel UITA apoya con entusiasmo esta iniciativa y respalda la lucha de estas mujeres.
Mucho tenemos que aprender de su cosmovisión, organización y cultura y mucho que desaprender de nuestras propias prácticas y concepciones.
