Ricardo es docente y militante social y fue detenido cuando regresaba de una marcha por la libertad de los más de 200 presos políticos encausados en el marco de la “ley antiterrorista” aprobada el año pasado.
El Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH), conjuntamente con la Rel UITA, se posicionó en su momento contra este atropello.
Jair Krischke, presidente del MJDH, dijo estar complacido con la noticia pero remarcó la necesidad de que todos los presos y presas políticas queden libres y que aparezcan los desaparecidos.
“Celebramos esta liberación porque su prisión fue complemente injusta, realizada por un gobierno que si bien fue electo, tiene claros ribetes de autoritarismo”, señaló.
Krischke recordó lo dicho por Mónica Baltodano, ex comandante guerrillera sandinista y hermana de Ricardo: “hay 89 personas que no aparecen ni entre los que permanecen presos ni entre los liberados. Exigimos saber dónde están”.
El activista indicó el silencio cómplice que rodea a la situación que se vive en Nicaragua. Nadie habla de estos temas, ya no está en la agenda aunque la OEA dio plazo hasta hoy, 18 de junio, para la liberación de los detenidos y las detenidas políticos.
“Esta Ley de Amnistía del gobierno de Ortega-Murillo que permitió la liberación de Ricardo en verdad es una ley de autoamnistía, una ley de impunidad, muy conocida por nosotros en el Cono Sur, ya que también dispone dejar sin castigo a los integrantes de las fuerzas represivas. Se cubren de ser juzgados por los crímenes de lesa humanidad”.
“Hubo muertes durante todo el proceso represivo, hay registros de más de 500 muertos y miles de personas exiliadas. ¿Eso quedará impune?”, se preguntó Jair.