SINDICATOS

Brasil, un país de espaldas a su franja costera   

Una  Amazonía azul, 8 mil kilómetros de
costa atlántica y la situación de los pescadores

Con Abraão Lincoln Ferreira da Cruz 
Brasil, un país de espaldas
a su franja costera
Una Amazonía azul, 8 mil kilómetros de costa atlántica y la situación de los pescadores
Presidente de la Confederación Nacional de Pescadores y Acuicultores (CNPA), Abraão es una persona hiperactiva. Tal es así que es casi imposible verlo quieto. Habla, gesticula, se para, camina, vuelve a sentarse y en su desplazamiento de energía uno podrá estar de acuerdo o no con lo que dice, pero su entusiasmo y arrebatos no pasan desapercibidos.
¿Hace cuánto que asumiste como presidente de la CNPA?
– Hace tres años y medio.
 
-¿Y cuál era entonces la situación de la Confederación?
-Casi que no existía. Existía por cuenta de la historia, del respeto que los pescadores tenían por la institución -el pescador valora mucho eso-, pero administrativamente no existía.
  
En Brasil hay 1.200.000 trabajadores en el sector, y la recaudación de la confederación era la mínima posible. Sin recaudación no se podía ofrecer servicios ni entablar una lucha para mejorar el trabajo y la vida de los pescadores.  
 
Lo que hicimos en primer lugar fue reorganizar el sector, disciplinar  y normalizar los estatutos.  La confederación tenía 92 años, pero no recibía el impuesto sindical y no tenía influencia política en el Distrito Federal, la capital del país. En ese contexto, ¿cómo llevábamos la confederación al interior del país? ¿Cómo llegábamos a las colonias donde están los pescadores, en un país como Brasil que es un continente? La precariedad era absoluta.  
 
-¿Y hoy?
-Hoy la confederación creció en número y calidad, andamos por todo el país, hacemos sentir nuestra voz en Brasilia, tenemos un periódico con un tiraje de 100 mil ejemplares. Somos una fuerza política importante en el escenario nacional.
 
-Brasil es un país raro, que parece vivir de espalda a sus 8 mil kilómetros de costa marítima.
-Sí, al punto de que la creación del Ministerio de la Pesca es algo reciente. Como tú decías, tenemos 8 mil kilómetros de litoral y el 12 por ciento del agua dulce del planeta, y somos el mayor importador de pescado de Sudamérica. ¡Es inadmisible!
 
-¿Y cuál es la situación actual de los pescadores?
-En primer lugar hay que decir que la pesca artesanal en este país es responsable del 85 por ciento del consumo nacional. Por otro lado, aunque hemos contribuido a mejorar la calidad de vida de los pescadores, aún existen cerca de 400 mil que están por debajo de la línea de la pobreza. Y unos 250 mil son analfabetos. Esto ya lo hemos denunciado al Ministerio y al gobierno nacional.
 
También hay algo importante a destacar: el Ministerio de la Pesca registra hoy un ritmo diferente. Antes servía sobre todo para emplear personas, hoy está volcado a la producción y a lo social.
 
-Mucho por hacer con las características de este país…
-Tenemos ese enorme litoral, prácticamente una Amazonía Azul. Podemos decir que hay en Brasil una vocación natural pesquera y acuícola, pero nunca se contó con apoyo. Ahora, gracias al trabajo de nuestra Confederación, la presidenta Dilma percibe la necesidad de aumentar la producción y por esta razón ha proporcionado 4.100 millones de reales (2.000 millones de dólares aproximadamente) en créditos para la pesca artesanal y la acuicultura brasilera.
  
-¿Cómo analizas la posibilidad de vincularte internacionalmente con otras organizaciones de la pesca?
-Estamos creando ahora una secretaría de asuntos internacionales justamente para tratar ese tema. Como todos saben el pescado es la proteína más noble que posee el planeta. Hay un estudio de la FAO que señala que el futuro estará en el agua.
  
De ahí la importancia de este vínculo, para compartir avances y conquistas que pescadores de otros países más desarrollados han logrado y cooperar desde nuestra propia experiencia.
  
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Foto: Gerardo Iglesias