Si bien fue detenido uno de los sospechosos como mandante del atentado contra Eugenio Benites, aún persisten las amenazas de muerte contra líderes rurales
Con Sandra Maria Costa
Persisten amenazas de muerte
contra líderes rurales en Mato Grosso do Sul
contra líderes rurales en Mato Grosso do Sul
Si bien fue detenido uno de los sospechosos como mandante del atentado contra Eugenio Benites, presidente del Sindicato de Trabajadores Rurales del municipio de Bela Vista en el estado de Mato Grosso do Sul, aún persisten las amenazas de muerte contra líderes rurales en esa región.
El pasado 21 de marzo, un sicario ingresó a la sede sindical disparando contra el presidente de la organización, su hija y su esposa quien falleció horas después del hecho.
Eugenio Benites está asentado en el Proyecto de Asentamiento Caracol y hace muchos años viene denunciando la invasión ilegal de tierras destinadas a la Reforma Agraria y la tala de la reserva legal por parte de empresarios arroceros y hacendados.
Debido a la forma en que actuó el pistolero que fue contratado para matarlo todo indica que el atentado está vinculado a estas denuncias.
En diálogo con La Rel, Sandra Maria Costa, vicepresidente de la Federación de Trabajadores de la Agricultura de Mato Grosso do Sul (FETAGRI-MS) y secretaria de Políticas Agrícolas, informó que fue detenido uno de los sospechosos de ser el mandante del atentado que cobró la vida de la trabajadora rural Fátima Benites, esposa del dirigente Eugenio Benites, quien por su parte recibió disparos en ambas piernas, que lo mantiene momentáneamente imposibilitado de caminar.
La hija de ambos que también fue alcanzada por los disparos permanece en la capital, Campo Grande, y su estado de salud es bueno. Desde la fecha del atentado Benites y su hija están con custodia policial permanente.
“Me comuniqué el pasado 9 de abril con el compañero Eugenio, quien afortunadamente está fuera de peligro. Esta semana la policía detuvo a uno de los sospechosos del crimen –informó la dirigente– y en las próximas horas estaré viajando a Bela Vista para ponerme al tanto de los detalles de la investigación policial, ya que CONTAG está presionando para que se cumplan todas las instancias que determinen el pronto esclarecimiento de los hechos de violencia contra Eugenio y las amenazas que permanecen contra otros líderes rurales del mismo asentamiento”, explicó.
La vicepresidente de la Federación, manifestó que Benites venía siendo amenazado de muerte desde el 2002 y que a pesar de las denuncias realizadas ante el Instituto de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) y la Policía Federal, las autoridades competentes hicieron caso omiso de la situación.
“Existe un bando de usurpadores de tierras destinadas a la Reforma Agraria que invadieron asentamientos de agricultores en la zona fronteriza entre Mato Grosso do Sul y Paraguay, una verdadera mafia que además de amenazar a los líderes rurales de la región, facilitan el tráfico de drogas, la tala ilegal de la floresta y mantienen un estado aparte, hacen y deshacen a su antojo; amenazan, hostigan y mandan a matar haciendo de esa zona una verdadera tierra de nadie”, denuncia la dirigente.
Consultada acerca de cómo seguirá la investigación del atentado, Costa comunicó que a su llegada al municipio de Bela Vista, se entrevistará con el comisario que fue especialmente designado para este caso.
“Haremos una solicitud formal de toda la documentación que involucra declaraciones y evidencias para el esclarecimiento de los hechos y su consiguiente punición.
Hasta el momento hemos encontrado buena disposición por parte de las autoridades competentes -prosiguió- aunque hasta que los responsables del homicidio de la trabajadora rural Fátima Benites y del intento de homicidio de su esposo, Eugenio y de su hija; sean detenidos y debidamente juzgados, estaremos alerta y pendientes de todas las instancias del proceso”, finalizó.
En 2011 se registraron 32 casos de conflictos agrarios en Mato Grosso do Sul contando desalojos, expulsiones, amenazas de desalojos y expulsiones, propiedades destruidas y crímenes. El número representa un incremento de 77,7 por ciento en relación al 2010, cuando se registraron 18 casos, según el informe de la Comisión Pastoral de la Tierra.
Foto: Gerardo Iglesias