Gran Salvador, afuera aguardan los hijos que vienen. Los que ahora están en la frontera llegaron por miles. Se trata de hombres y mujeres. Civiles. Hambrientos. Desarmados. Perseguidos por la violencia del desamparo. Sus pies reflejan las llagas ocultas de sus historias, de sus penurias.
Estados Unidos invadió militarmente siete veces a Honduras. En defensa de las empresas bananeras y su voraz apetito.
Más reciente, en el golpe de estado contra Zelaya en 2009, la base militar estadounidense de Palmerola fue utilizada para el traslado del Presidente –aún en pijamas– a Costa Rica, en defensa en ese entonces de los intereses de las empresas petroleras gringas.
La caravana que ahora está en la frontera pretende ingresar a Estados Unidos, ese país “hermano” que en tantas ocasiones salvó a Honduras de las garras del comunismo.
Video: Allan McDonald-Rel-UITA