Miles de hondureños y hondureñas se van escapando del hambre; de los trabajos por hora que no dan para comer y a las horas sin trabajo y sin oportunidades. Se van caminando, duelen los pies y duele el alma al dejar el país y sus familias.
No saben si podrán ingresar a los Estados Unidos, pero saben que en Honduras no hay futuro, por eso marchan con sus raíces al aire. Marchan despacio, en fila, con sus mochilas y sus penas al hombro.
Fecha: 17-18 de octubre de 2018
Lugar: Guatemala
Fotos: Carlos Luch