“Agradezco al compañero Guillermo Rivera, que ha demostrado su liderazgo como presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria (Sintrainagro), el sindicato más importante del sector agropecuario en Colombia.
En 2005, durante el primer paro que hicimos en el Valle del Cauca, creamos el Sindicato Nacional de Corteros de Caña (Sinalcorteros).
Luego, antes de la huelga de 2008, comenzamos las conversaciones que, en 2009, condujeron a la fusión de Sinalcorteros con Sintrainagro, donde la UITA jugó un papel fundamental.
Indudablemente fue un paso y una experiencia muy positiva, en el sentido que en Colombia si los trabajadores no nos unificamos en grandes gremios, el sindicalismo desaparece.
Las políticas del gobierno están encaminadas justamente a eso y los datos estadísticos son muy contundentes.
En 1990 había más de 4 millones de trabajadores sindicalizados en Colombia. Ahora, 28 años después, llegamos a un millón, apenas 4 por ciento del total de asalariados.
Esto refleja el desastre que para Colombia ha significado la imposición del libre comercio.
Antes había más industria, más agricultura y, por lo tanto, más trabajadores y trabajadoras. Lo que hay hoy en día es todo un retroceso en la producción nacional, en la cantidad de trabajadores y en los niveles de sindicalización.
Sintrainagro entre sus múltiples logros, registra la contratación directa e indefinida de los trabajadores y trabajadoras bananeros y la implementación de unas condiciones laborales dignas, únicas en Colombia.
Este aspecto ha sido fundamental para que Sintrainagro sea reconocida, nacional e internacionalmente, como una organización seria y responsable desde el punto de vista de la defensa de los derechos de trabajadores y trabajadoras.
También hay que agregar un punto clave que se entendió mejor al escuchar a la doctora Claudia Calero, directora de Asocaña, sobre la preocupación que mantiene el empresariado ante la grave problemática que vive el sector azucarero con el incremento de las importaciones, entre otros problemas.
Ahora todos entendemos con más claridad el eslogan que hemos venido repitiendo: que debemos defender la producción nacional, y que el principal reto que tenemos los colombianos es liberarnos de las cadenas que imponen los Tratados de Libre Comercio.
Hoy seguramente hay más claridad frente a nuestra prédica desde hace tantos años. Se está entendiendo en qué país estamos y en qué pelea estamos metidos.
Me siento muy bien por el hecho de que el compañero Guillermo Rivera me haya permitido dirigirme a ustedes, después de 43 años de estar al servicio de los trabajadores, en particular de los corteros de caña.
Cuando tenía 11 años me tocó ver cómo se vivía en los campamentos de los ingenios.
Eso me causó una gran conmoción y me llevó a comprometerme en ayudar a esos compañeros que padecían una vida miserable.
Por eso me metí a esta lucha. Una lucha que no me trajo mucho desde el punto de vista económico, pero que me ha dado la satisfacción de ser una persona que se ha dedicado a ligar su vida a la del pueblo colombiano y sus luchas”.
En Cali, Gerardo Iglesias