Curuguaty
Prisión domiciliaria para “los cinco” de Marina Kue
Una batalla ganada que merece festejarse
Foto: www.ea.com.py
En la madrugada del domingo de Ramos la justicia paraguaya dispuso que los cinco campesinos que estaban en huelga de hambre, detenidos y acusados injustamente de la masacre de junio de 2012, pasaran a cumplir prisión domiciliaria.
Fue una batalla ganada, pero todavía no una victoria.
Al parecer, la visita del médico forense al Hospital Militar, donde estaban estos compañeros tras 57 días de huelga de hambre, fue decisiva para que se tomara esa medida. Su estado sanitario era muy grave, como lo veníamos repitiendo hace bastantes días.
En la mañana del domingo fui a verlos y nos dimos uno de esos abrazos que nunca se olvidan, con mucho cuidado, por supuesto, por su estado de debilidad.
Ahora deberán cumplir una dieta que están programando las doctoras que los atienden. Ya tomaron un pequeño caldo de pescado el domingo a las 11 de la mañana.
Cuento todo esto porque el dolor de estos compañeros es nuestro, como nuestra es su alegría actual, precisamente al inicio de las Pascuas.
Casi dos meses llevaban en una huelga de hambre dura, que los colocó al borde la muerte, en protesta porque los hacían responsables de la masacre que costó la vida a 11 campesinos y seis policías en junio de 2012, y que fue el pretexto de los golpistas para derrocar al presidente Fernando Lugo.
La causa de los pobres es la causa de Dios y de todos los hombres y mujeres honestos del mundo.
Y vamos a vencer porque Dios quiere que vivamos y que vivamos con dignidad, a pesar de que los corruptos del mundo pretendan someternos a una vida infrahumana mientras ellos crecen y acumulan riquezas.
Vencer y vivir es la consigna.