Debemos encontrar los puntos de convergencia
Con William H. Kojola y David Azoulay
Nanoteconología: Un problema que trasciende fronteras
Debemos encontrar los puntos de convergencia
Durante el Taller Internacional Nanotecnología y Trabajo , celebrado en Curitiba, Brasil, los días 5 y 6 de setiembre, La Rel entrevistó a William H. Kojola, higienista industrial de la central estadounidense de trabajadores AFL-CIO, y a David Azoulay, del Centro para el Derecho Internacional Ambiental (CIEL).
-¿Cuál es vuestra opinión sobre los resultados del taller que acaba de finalizar?
-W. Kojola. Creo que fue enormemente valioso. Brindó una oportunidad para que se reunieran sindicalistas, académicos y cientistas sociales preocupados por el tema, para abordar tanto los riesgos como la problemática que enfrentan los trabajadores al manipular nanotecnología, así como las implicancias sociales de la nanotecnología como forma emergente de empleo.
-En la agenda de los sindicatos estadounidenses, ¿qué lugar ocupan la nanotecnología y los problemas derivados de la misma?
-W. K. En realidad, para los sindicatos estadounidenses la nanotecnología es un área de interés pero no se está trabajando muy activamente sobre el tema.
Y ello se debe principalmente a que la coyuntura política en la que nos estamos moviendo actualmente en Estados Unidos es muy adversa a la reglamentación.
De manera que es muy difícil lograr que se atiendan peligros que sabemos desde hace décadas que están matando a trabajadores o les están produciendo enfermedades o lesiones.
Los sindicatos se han estado centrando en situaciones peligrosas que vienen de mucho antes y no tanto en las relacionadas con la nanotecnología. Eso no quiere decir que no les importe el tema. Por el contrario, les interesa mucho y lo están siguiendo con atención.
Tenemos un grupo de trabajo de directores sindicales nacionales de salud y seguridad que se reúnen para hablar e intercambiar información periódicamente, y vamos a enviarle al gobierno federal comentarios y testimonios planteando nuestras opiniones sobre cuestiones de salud y seguridad de los trabajadores.
Estamos enormemente preocupados por los potenciales peligros y riesgos que al parecer podrían presentar algunas formas de nanotecnología y queremos hacer todo lo que sea necesario para asegurarnos de que se implementen medidas protectoras desde ya, antes de que se enfermen los trabajadores.
Una mayúscula desinformación
-En alguna medida son los mismos problemas que experimentamos en América Latina…
-W. K. ¿Se entendió bien lo que decía, entonces? Porque yo no quiero dar la impresión de que hay desinterés por el tema en los sindicatos estadounidenses.
Nos interesa, pero en términos de prioridades en este momento no es una prioridad central. Y que no sea tan prioritario se debe en parte, me parece, a que muchas veces los trabajadores en los Estados Unidos ni siquiera saben que están trabajando con materiales que tienen nanotecnología, por lo que tenemos un problema muy serio de información.
La información es realmente clave. Si los trabajadores no saben, si los sindicatos no saben que están trabajando con nanomateriales, entonces ¿cómo hacemos para abordarlos?
Esa es la parte más esencial de toda la cadena. Si estamos informados, podemos reivindicar condiciones de trabajo seguras y reducir o eliminar los riesgos.
-Frente a esa realidad común pienso si será posible establecer una comunicación fluida sobre este tema, de manera que un pequeño logro que tengamos en América Latina o en Estados Unidos lo hagamos circular a través de nuestros sitios web, como una forma de darnos aliento mutuamente.
-W. K. Sí, creo que sería muy útil para ambas organizaciones y que deberíamos establecer esa relación e intercambiar información.
La nanotecnología es una cuestión internacional y los problemas que surjan en los lugares de trabajo van a ser globales, de manera que el hecho de intercambiar información va a fortalecernos y hacernos más conscientes de que una vez que tengamos información vamos a estar en condiciones de plantear reivindicaciones y de proteger a los trabajadores de los peligros que puede plantear la nanotecnología.
Necesitamos globalizar nuestros esfuerzos, porque esta tecnología es una tecnología mundial.
-¿Cuál es tu visión de este taller internacional?
-D. Azoulay. Me pareció muy interesante por dos razones: la primera es la convergencia de personas provenientes de realidades muy diferentes, que no trabajan juntas y que tampoco se conocen ni se hablan: los científicos de la ciencia dura, los científicos de ciencias sociales y los sindicatos…
-…Y los abogados.
-D.A. (sonrisas). Sí, también los abogados, siempre tiene que haber alguno para que las cosas resulten más complicadas.
En América Latina pasan muchas cosas, sobre todo hay una gran conciencia del lado de los trabajadores que está muy arraigada. Fue muy interesante que se establecieran las conexiones. Creo que todos vamos a irnos de este seminario con contactos e ideas para avanzar en nuestros objetivos de cada día.
La segunda razón por la cual este taller me pareció muy importante reside precisamente en que al quedar las conexiones establecidas, estoy seguro que todos los que participamos daremos continuidad a este trabajo.
-En mi presentación mencioné la resolución de la UITA sobre nanotecnología de 2007. En ella se basará la resolución que emerja de este taller. Seis años después…
-D.A. Muy lento, pero avanzamos.
Puntos de convergencia
–La Rel-UITA se caracteriza por impulsar una tarea sindical hacia afuera, buscando alianzas con otros sectores y tenemos numerosos acuerdos de cooperación, con diversas organizaciones. ¿Qué posibilidad de cooperación existe con ustedes?
-D.A. Los derechos humanos, la salud y la seguridad, el ambiente y los trabajadores están todos entrelazados, entonces los acuerdos de cooperación son casi naturales.
Hay dos tipos de cooperación que imagino podemos facilitar. Nosotros somos una organización muy pequeña, de 20 personas, con sedes en Ginebra, (Suiza) y en Washington (Estados Unidos) pero intentamos siempre producir conocimiento, construir puentes, establecer vínculos entre personas y organizaciones.
Ayudamos a crear el grupo de trabajo sobre nanotecnología de una red internacional de organizaciones ambientales llamada IPEN, que cuenta con más de 800 organizaciones en el mundo.
ReLans y Guillermo Foladori forman parte de este grupo de trabajo y aquí también hay representantes de algunos sindicatos. Me parece que todos estos vínculos son como caminos que no se cierran.
Actualmente contamos con una lista de información sobre la regulación de los nanomateriales y este grupo participa en negociaciones internacionales, en particular sobre el proceso de algo así como la gestión internacional de productos químicos, que cubre todos los químicos durante su ciclo de vida.
De ella participan organizaciones de la industria y sindicatos alrededor del mundo.
–Ahí puede haber otra convergencia: los químicos. Nosotros tenemos una larga historia de lucha contra los agrotóxicos y contra los transgénicos, ahora también contra la megaminería a cielo abierto, de manera que nos gustaría tener más información para ver cómo nuestra Regional se puede vincular a esa tarea.
-D.A. Claro, porque también esa red IPEN tiene muchos miembros en América Latina, entre ellos unos que ya trabajan en Brasil.
Hay oportunidad para esta colaboración y a nivel internacional los estaremos informando.
Foto: Gustavo Villarreal