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Con Siderlei de Oliveira, sobre la crisis avícola con la UE

“Los frigoríficos brasileños son más limpios que los hospitales”

El pasado 24 de abril, Contac, CNTA Afins, representantes de las federaciones y sindicatos que tienen avícolas en su base y la Rel-UITA se reunieron en Porto Alegre para evaluar propuestas que ayuden a paliar los efectos de la prohibición europea a la importación de pollo proveniente de 20 avícolas brasileñas.

“La situación es crítica porque la industria frigorífica es una de las principales del país y el sector avícola emplea a unos dos millones de trabajadores y trabajadoras, es el que más emplea, y por lo tanto estamos muy preocupados con esta determinación de la Unión Europea de prohibir el ingreso de pollos brasileños a su mercado”, dijo Siderlei de Oliveira, presidente de Contac

La prohibición comenzó por BRF, acusada de fraude en el control sanitario por la operación Carne Fraca de la Policía Federal, pero ahora todo el sector avícola del país está siendo afectado.

Según informó el líder sindical en la reunión del martes se elaboró una propuesta que involucra a todos los actores del sector para que no haya despidos masivos.

“Nuestra preocupación es mantener los puestos de trabajo, y estamos diseñando un plan de crisis para que gobierno, trabajadores y empresarios se unan y cada uno ponga de su parte hasta que podamos salir de este pozo”.

Siderlei advierte que la solución se torna aún más difícil debido a un excedente en la producción de pollo en Europa y a las políticas de comercio exterior de Estados Unidos, que presiona a la Unión Europea a comprar sus productos.

La solución se dará cuando Brasil busque nuevos mercados como el asiático, que durante el boom de la industria avícola no pudo atender y ahora puede ser nuestra salvación”, evaluó.

Para el presidente de Contac, los trabajadores no tienen mucho que hacer en esta crisis, relacionada con las condiciones del mercado y las malas decisiones del ministro de Agricultura Blairo Maggi.

“Con la suspensión de las exportaciones firmada por el Ministerio de Agricultura, la UE encontró la excusa perfecta para dejar de importar pollo brasileño y hoy los frigoríficos de BRF están casi todos parados”.

Sobre las próximas medidas puntuales, Siderlei afirma que lo que pueden hacer los trabajadores a través de su representación sindical es demostrar a la UE las condiciones sanitarias en las que produce Brasil para tratar de revertir su decisión.

“Los frigoríficos brasileños son más limpios que un hospital”, afirma.


En Porto Alegre,
Nelson Godoy
Fotos: Nelson Godoy