Hay un plan en el país que está quedando cada día más claro. Para los que se animan a plantear advertencias sobre el rumbo económico, o que sostienen la defensa de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, la respuesta es el hostigamiento permanente: judicial, mediático, en redes sociales y bajo cualquier forma insidiosa que exista para denigrar, condenar y «marcar».
El radar enfocó a la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) y a Héctor Ponce, su secretario general y ordenó atacar, porque Atilra es una piedra en el zapato, un “mal ejemplo” porque sus trabajadores tienen sueldos dignos y se han situado al alcance de los dos pilares básicos que distinguen a los trabajadores de vanguardia: salud y educación.
Escuchá la entrevista completa a Héctor Ponce:
Foto: Nelson Godoy