Dos caras de una misma moneda
Estados Unidos condiciona ayuda con apoyo a Monsanto
Las semillas del chantaje
Dos caras de una misma moneda
Organizaciones salvadoreñas denunciaron el chantaje ejercido por la embajada de Estados Unidos para el desembolso de los fondos de cooperación Fomilenio II. La representación diplomática exige que a cambio de esa ayuda El Salvador compre semillas transgénicas vendidas por la transnacional Monsanto.
En 2008, la compañía estadounidense compró al ex presidente ultraderechista Alfredo Cristiani (1989-1994) el monopolio de comercialización en Centroamérica de semillas bajo la firma Cristiani Burkard.
En El Salvador es “tradición” que el gobierno entregue a agricultores de bajos recursos un paquete de ayuda que consiste en semillas para la cosecha de cada año.
En 2013 y 2014, el Ejecutivo adjudicó mediante una licitación directa la compra de semillas a agricultores locales que producen semillas criollas, rompiendo con la tradición de repartir semillas transgénicas de Monsanto.
FUSADES, un centro de pensamiento de la derecha empresarial, protestó, dijo que la adjudicación no era transparente y que la semilla de Monsanto es más barata que la de los campesinos salvadoreños.
Monsanto, Washington y chantaje
Washington puso el grito en el cielo y dijo que se trataba de una transgresión al Tratado de Libre Comercio en su capítulo de compras gubernamentales, que establece que en las licitaciones debe darse trato nacional a las transnacionales.
En este caso, poner a competir en condiciones de igualdad a Monsanto con los campesinos salvadoreños, por la adjudicación de las compras de semillas.
Amenazó entonces con no desbloquear los fondos para el Fomilenio II, contrariando un acuerdo concretado en mayo por el entonces presidente electo Salvador Sánchez Cerén y el canciller estadounidense John Kerry.
Un grupo de organizaciones sociales contraatacó denunciando a su vez como inadmisible, en una concentración realizada el 6 de junio ante la sede diplomática, el chantaje norteamericano.
Entre ellas estaban la Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria Salvadoreña(CONFRAS), el Movimiento Popular de Resistencia 12 de Octubre; el Frente Social y Sindical Salvadoreño; la Federación Sindical de Trabajadores Salvadoreños del Sector Alimentos Bebidas, Hoteles, Restaurantes y Agroindustria (afiliada de la UITA), acompañadas por las organizaciones de solidaridad estadounidenses Fundación SHARE, US.El Salvador Sister Cities, CISPES y Red Uniendo Manos.