Dossier Camareras

Los costos de la tercerización

Las camareras son las más perjudicadas

Empresarios pugnan por mayores ventajas 
Los costos de la tercerización
Las camareras son las más perjudicadas
Las camareras de piso de avanzada edad aparecen como el colectivo laboral más amenazado si los empresarios del sector de la hotelería en las españolas islas Baleares logran imponer la contratación de personal externo.
Según coinciden en señalar el profesor de Economía Aplicada Llorenç Pou y el portavoz en las islas de la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo Iago Negueruela, los salarios de esa categoría de personal caerían a la mitad.
 
“Si se terceriza un servicio dentro de un hotel, como podría ser el de limpiadoras, la empresa contratada debe subrogar a los empleados del establecimiento de alojamiento y respetar sus derechos salariales, pero solo ésos, y no los compromisos de cotización durante un número mínimo de meses al año”, señalan tanto Pou como Negueruela, según una nota publicada por el Diario de Mallorca.
 
El convenio de hostelería de las islas Baleares establece que una camarera de piso debe ganar como mínimo 1.239,2 euros mensuales, pero las empresas de servicios externos, que serían contratadas para remplazarlas una vez que se jubilen, abandonen el hotel o sean despedidas, se rigen por un convenio por el cual su personal gana unos 664,7 euros como salario de base.   
 
Negueruela, destaca el medio de prensa, afirma que el riesgo es grande de que las empresas hoteleras se vean tentadas a despedir a las trabajadoras de mayor edad, valiéndose de las leyes laborales flexibilizadoras aprobadas por el gobierno de Mariano Rajoy, y abastecerse de mano de obra barata entre las empresas externas prestadoras de servicios.
 
Aun respetando a rajatablas las leyes sociales -suponiendo que no encuentren excusas para proceder a despidos arbitrarios- los empresarios amortizarían los costos en muy poco tiempo.
 
Un estudio de la compañía MooreStephens publicado en enero pasado establece que en los últimos años el sector hotelero de Baleares conoció una fuerte rentabilidad financiera.