-¿Cómo se presenta el panorama?
-Desafortunadamente en Colombia no hay una legislación que nos permita negociar por rama de actividad económica, y como nuestro sindicato es un sindicato de alimentos y bebidas nos corresponde negociar en cada una de las empresas.
El jueves 22 comenzó la negociación del pliego de peticiones a nivel nacional. Va a ser una negociación bien difícil, teniendo en cuenta que la empresa ya hizo un acuerdo con los del pacto colectivo, y siempre busca que ello sirva de techo en la negociación con el sindicato.
Hay otras negociaciones por empresa. Hoy estamos negociando con la empresa de maíz Ingredion Colombia S.A, la misma transnacional de Ingredion Argentina y Brasil y requerimos que la UITA envíe un comunicado a esta firma, que tiene su oficina en Brasil, con el fin de presionarla.
Estamos también negociando el pliego de peticiones de los trabajadores de Gaseosas Colombianas, una compañía nacional del grupo Postobón. Está muy difícil, iniciamos las conversaciones en diciembre y no hemos llegado a nada.
Y vienen las negociaciones de los compañeros de Aje Colombia, del grupo peruano Big-Cola, con el cual seguramente tendremos dificultades.
Finalmente está el tema del Grupo Gloria, también peruano, donde las condiciones de trabajo son muy malas y los salarios muy bajos, pegados al mínimo establecido por el gobierno. El caso está en manos del Tribunal de Arbitramiento.
-¿Qué nuevas reivindicaciones tiene el pliego de peticiones en Coca Cola?
-Lo que buscamos es eliminar el pacto colectivo, cambiar el modelo de contrato para que la empresa contrate a todo su personal por tiempo indefinido, y lograr un verdadero aumento de salario. Aspiramos a un aumento superior en dos o tres puntos a la inflación pasada.
-¿A cuántos trabajadores abarca el convenio colectivo que van a firmar?
-En Coca Cola el número de trabajadores sindicalizados es muy reducido: unos 400 sobre una plantilla de más de 6.500. De ellos, 150 están afiliados a Sinaltrainbec.