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Con Artur Bueno de Camargo
Para discutir la situación de los trabajadores de JBS

CNTA se reúne con la Procuraduría General de la República

El pasado jueves 23 la Confederación Nacional de Trabajadores de la Alimentación y Afines (CNTA Afins) se reunió con la Procuraduría General de la República (PGR) para tratar la situación de los trabajadores y trabajadoras de JBS en Brasil.

Luego que la empresa cayera en desgracia tras la delación premiada que sus ejecutivos acordaron con la justicia en el marco de la operación Lava Jato, y que involucra al mismísimo presidente Michel Temer y a varios de sus legisladores, la compañía comenzó a cerrar frigoríficos y le falta liquidez para afrontar el funcionamiento de sus unidades en el país.

Frente a esta situación, las confederaciones sindicales que nuclean a los trabajadores y trabajadoras del sector cárnico CNTA Afins y Contac se vienen movilizando con el fin de frenar una posible ola de despidos.

A fines de octubre mantuvieron una reunión con el Ministerio de Trabajo, al que le reclamaron su intervención para garantizar el mantenimiento de puestos de trabajo en las unidades de JBS.

“Tuvimos una audiencia en la PGR con uno de los procuradores a cargo de la Lava Jato, José Alfredo Silva, a quien manifestamos nuestra preocupación ante la crisis vivida por JBS, sobre todo por el cierre de algunos frigoríficos en ciudades que dependen de esa actividad para subsistir”, dijo a La Rel Artur Bueno de Camargo, presidente de CNTA.

Según informó el dirigente le entregaron un informe sobre la situación de la industria frigorífica en Brasil y sobre el impacto que las acciones de los hermanos Joesley y Wesley Batista, propietarios de la firma, han tenido en las actividades productivas de la compañía.

“Como este procurador se ocupa sólo de las cuestiones criminales de la operación Lava Jato, nos derivó a otro colega, que está a cargo del acuerdo de delación y de las multas que tiene que pagar la empresa. Estamos trabajando para lograr una nueva audiencia”, informó.

Por el momento, el cierre de plantas y, por consiguiente, el despido de trabajadores, se detuvo.

Sin embargo, la situación continúa tensa. “Hemos gestionado también una reunión con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que es el segundo principal accionista de JBS, para exigir de este ente público la contrapartida social que tanta falta hace”, apuntó.