Adela Torres, secretaria general de Sintrainagro y una de las más activas militantes por los derechos de las trabajadoras en su gremio, informó a La Rel que el jueves 23 realizarán un Foro sobre derechos de la mujer del cual participaran trabajadoras y trabajadores bananeros de Apartadó.
“Además del Foro, estamos organizando una marcha para el día 25. Las actividades contarán con el apoyo y coorganización de la alcaldía de Apartadó”, informó Adela.
La dirigente adelantó que durante la mañana se jugará un partido de fútbol femenino en el que cada equipo representará un derecho vinculado a la prevención de la violencia.
“La idea de este tipo de encuentros es que las mujeres de la región participen de una actividad social que busca propiciar el respeto a todos sus derechos”.
Adela informó además que sobre las tres de la tarde comenzará la caminata bajo la consigna “Pinto mis derechos”, en coordinación con la Secretaría de Salud.
“Haremos una recorrida por el municipio. Caminaremos por la calle principal de Apartadó hasta llegar al Barrio Obrero y allí vamos a retomar el debate, este año enfocándonos en la prevención de la violencia”, explicó.
Como dirigente sindical, Adela también enviará una nota a cada finca bananera llamando a la reflexión sobre este tema. Sólo este año la violencia de género se cobró la vida de 12 mujeres en el municipio de Apartadó.
“Desde 1995, cuando se creó el Departamento de la Mujer de Sintrainagro, venimos trabajando en la capacitación de las trabajadoras, ofreciéndoles información sobre sus derechos, respaldo ante situaciones de violencia intrafamiliar y también en la inserción laboral, algo que este año se garantizó mediante convención colectiva”, recordó.
La dirigente se refirió a la cláusula de género que firmó Sintrainagro con el gremio patronal para el sector bananero donde se estipula la contratación de al menos dos mujeres por finca.
“Uno de los factores que muchas veces propicia y reproduce la violencia de género es la dependencia económica que tienen las víctimas de su agresor. Este tipo de iniciativa colabora en la independencia financiera de las mujeres y por lo tanto es algo muy positivo como política de prevención”, destacó.
Según datos del Instituto de Medicina Legal, solo entre enero y abril de 2017 hubo más 200 asesinatos de mujeres en Colombia. En 2016 la cifra de femicidios ascendió a 700.
La Encuesta Nacional de Demografía y Salud señala 74 por ciento de las colombianas han sido víctimas de violencia de género.
La segunda causa de asesinato, en el caso de las mujeres, es la violencia intrafamiliar.
En 2016, 128 mujeres fueron asesinadas por compañeros sentimentales o exparejas, y otras 32 por algún familiar.
“Lo que más indigna de estas cifras escandalosas es la impunidad, que funciona como corolario en una sociedad donde inclusive los personajes públicos de la política justifican los femicidios, transformando en sus discursos a la víctima en victimaria”, se indigna Adela.
Según expresó la sindicalista hay líderes políticos que salen en público a justificar a los femicidas bajo el argumento de crimen pasional, o diciendo que la víctima no debió vestirse de tal o cual manera, o por qué lo provocó para que reaccionara así.
“La violencia se incrementa a pesar de las leyes que protegen a las mujeres, entre otras cosas porque impera la impunidad y la desigualdad estructural en una sociedad donde impera el machismo”, apunta la dirigente sindical.
Un informe de 2016 de Datos y Cifras Claves para la Superación de la Violencia contra las Mujeres de la Corporación Humanas de Colombia concluye que el origen del fenómeno son las relaciones desiguales entre hombres y mujeres.
Según el estudio, esto se da porque hay una persistencia de imaginarios culturales que naturalizan y normalizan la violencia basada en el género.
En una encuesta se observó que el 37 por ciento de las personas consideran que las mujeres que se visten de forma provocativa se exponen a que las violen y un 45 por ciento cree que las mujeres que siguen con sus parejas después de ser golpeadas es porque les gusta.
Son datos que reflejan cómo la misma sociedad justifica ese tipo de actos.