─¿ Qué significó Juan Martini para el gremio?
─Juan era una persona muy querida por nosotros, porque estaba para solucionarle los problemas a los compañeros, de la magnitud que fueran.

─¿Y en lo personal?
─Lo conocí en 1989. Yo recién ingresaba al sindicato de Corrientes, y vi en él a una persona de brazos abiertos para todos los compañeros tabacaleros.

No encuentro las palabras justas para describirlo, me abrió las puertas de esta casa dándome participación incluso siendo yo muy joven. Cuando fui secretario general de mi sindicato, fue el primero que me hizo participar en reuniones con las empresas, en aquella época con la Cámara de Cigarrillos.

─¿Cómo se continúa?
─Ahora es una obligación seguir con las enseñanzas que nos dejó. No va a ser fácil la tarea, pero pienso que tendremos la entereza de llevar adelante nuestro gremio y por sobre todas las cosas continuar con su legado.

─¿Cómo se encuentra la actividad tabacalera actualmente?
─Nos preocupa que en estos últimos años fuimos perdiendo afiliados a raíz del cierre de numerosas empresas y de la reducción de personal en otras. Los procesos del tabaco son cada vez más cortos, porque la tecnología va supliendo mucha mano de obra.

─¿Cuáles son los principales problemas que plantean los trabajadores del sector?
─Lo que nos manifiestan los compañeros es el trato que tienen las empresas hacia ellos, exigiéndoles cada vez más trabajo con poca recompensa.

─¿La Federación continuará trabajando junto a la CASIA y la UITA?
─Seguiremos como cuando estaba Juan, apoyando a ambas.

─¿Cómo ves la situación económica y social del país?
─Muy mal. Hay un ataque permanente a los reclamos de los trabajadores, de los jubilados, del pueblo en general. Ha aumentado mucho la desocupación en este país, y es impresionante y muy doloroso ver cómo hay mucha gente con hambre durmiendo en las calles como consecuencia de las políticas de este gobierno.