China suspende importaciones de soja brasileñas
El uso intensivo de agrotóxicos en la agricultura le está jugando una mala pasada a compañías brasileñas. China anunció la semana pasada la suspensión de las importaciones de soja de cinco empresas de ese origen por la presencia de restos de agrotóxicos.
Daniel Gatti
3 | 2 | 2025
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Foto: Gerardo Iglesias
De acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA, por su sigla en portugués), con 54 por ciento del total mundial, Brasil es, de lejos, el mayor exportador de soja hacia China, que el año pasado concentró el 60 por ciento del consumo mundial de la oleaginosa.
Las autoridades del país asiático informaron el 22 de enero que habían detectado la presencia de pesticidas en la soja importada proveniente de las empresas brasileñas Cargill Agrícola SA, ADM do Brasil, Terra Roxa Comércio de Cereais, Olam Brasil y C.Vale, y de inmediato detuvieron las compras.
Diana Chaib, economista especializada en las relaciones entre ambos gigantes de la Universidad Federal de Minas Gerais, le dijo a la publicación digital Brasil de Fato que la medida china “puede ser interpretada como una advertencia al agronegocio brasileño, en lo que tiene que ver con ajustar los controles de calidad y rever prácticas relacionadas con el uso de agrotóxicos”.
China está muy pendiente de factores como esos, agregó.
Los movimientos ecologistas alertan desde hace muchos años –décadas– sobre las consecuencias para la salud humana y el medio ambiente del uso intensivo de agrotóxicos en toda la agricultura.
No les han hecho demasiado caso. Ahora que las propias empresas que los emplean están pagando las consecuencias tal vez algo cambie. Algo.
También las exportaciones de naranjas, e incluso las de carne, ya se han visto perjudicadas por factores similares.
“En un escenario geopolítico cada vez más desafiante, la opción estratégica más adecuada para el país” debería ser muy distinta, prácticamente la opuesta a la que defiende el agronegocio, dijo a su vez Alan Tygel, de la Campaña Permanente contra los Agrotóxicos y por la Vida.
“Lo más adecuado –señaló– sería adoptar un modelo de agricultura soberano, enfocado en la producción de alimentos saludables, y fortalecer los lazos con el resto de América Latina y con África, diversificando el mercado exterior y disminuyendo la vulnerabilidad a las crisis climáticas”.
Pero Brasil sigue siendo el mayor consumidor de agrotóxicos del planeta, superando la suma de Estados Unidos y China, y las empresas del mercado de agrotóxicos, vinculadas a transnacionales como Bayer-Monsanto, BASF, Syngenta, continúan recibiendo exenciones fiscales multimillonarias.
Además, en Brasil –como en toda América Latina– se comercializan y emplean enormidad de productos prohibidos en el resto del mundo, en particular en la Unión Europea, que sin embargo los produce y los coloca en el antes llamado Tercer Mundo.
Un Plan Nacional de Reducción de Agrotóxicos implementado en 2012 fue desmantelado por los gobiernos derechistas de Michel Temer y Jair Bolsonaro, que se sucedieron entre 2016 y 2023.
El actual del progresista Lula no lo ha aún restituido, por las presiones del MAPA, fuertemente imbricado con los intereses de esas compañías.