Las imágenes que llegan de los festejos en las calles mientras un pueblo resistente retorna a sus tierras son conmovedoras y elocuentes, y muestran el significado que tienen para esa población el alto el fuego, el retorno, el ingreso de ayuda humanitaria y la libertad de las y los presos en las cárceles sionistas.Este acuerdo, arrancado al sionismo por la resistencia palestina, costó la vida de 47.000 personas contabilizadas hasta la fecha, más de 100.000 heridas y 10.000 desaparecidas, presumiblemente muertas bajo los escombros.

Es una victoria del pueblo palestino y de su heroica resistencia. Es el triunfo de la dignidad, la lucha incansable y la valentía de millones de palestinos que, pese a la brutal intensificación del genocidio al que han sido sometidos durante más de 15 meses, han resistido con coraje y determinación.

También es producto de la solidaridad internacional que tomó las calles al grito de basta de genocidio y viva Palestina libre. Sin olvidar el rol solidario, valiente y esforzado de las fuerzas hutíes de Yemen.

La escandalosa demora en llegar a este punto que tantas vidas ha costado, se debe en parte a la complicidad de muchos gobiernos en el mundo.

Vergonzosamente, también Uruguay, que, por ahora, continúa como tal. Si bien el acuerdo que se alcanzó en Catar establece tres fases, cada una de 6 semanas, el régimen sionista solamente aprobó la primera.

También hay diferencias con lo aprobado originalmente en cuanto a la libertad de las y los presos políticos palestinos, ya que el acuerdo establece la liberación de entre mil y 2.000 personas y el listado publicado por la ocupación es de 737.

Más allá de regateos e incertidumbre, lo cierto es que este acuerdo permitirá a la población gazatí un alivio luego de más de un año de bombardeos ininterrumpidos.

Apostaron a vaciar Gaza de su gente, ahí siguen. Trataron de que el norte fuera inhabitable, allí vuelven. Quisieron apropiarse de la tierra, y no pudieron.

La indoblegable fuerza del pueblo palestino y su resistencia armada sostuvo, a costa de mucha sangre, el derecho a permanecer en su tierra.

La ocupación debe retirarse. Este acuerdo debe ser solo un comienzo, porque los crímenes cometidos por el sionismo no pueden quedar impunes. Debe ser seguido por el juzgamiento por crímenes de guerra y contra la humanidad de los criminales sionistas.

Para que realmente se cumpla este acuerdo es necesaria la presencia internacional en todo momento, en todos lados, alertando y denunciando todo incumplimiento.

Para que nunca más haya un genocidio, para alcanzar una paz verdadera y duradera es necesario que Palestina alcance su liberación: terminar para siempre con el régimen de apartheid, ocupación y colonización. Y se deben liberar todas y todos los presos políticos