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Calentamiento global
y negacionismo

El histórico sindicalista de CCOO en Hostelería y Turismo, Gonzalo Fuentes, pide apostar por energías renovables, reducir las emisiones de carbono y avanzar hacia una economía responsable
y descarbonizada.

Gonzalo Fuentes

20 | 1 | 2025


Foto: El Observador de España

Si reconocemos que estamos en una situación de emergencia climática, es imprescindible actuar en los próximos años para reducir las emisiones de CO2, como nos urge la comunidad científica”.

“El negocio inmobiliario es hoy un obstáculo para la emancipación de millones de personas. Es hora de dejar atrás políticas erráticas que inflan el precio de un bien especulativo en lugar de garantizar un derecho básico. Ante la inacción de quienes deberían intervenir, proponemos recuperar el derecho a una vivienda digna”.

Estamos viviendo una nueva realidad climática debido al calentamiento global, el cual está provocando fenómenos extremos. En el caso de España, hemos enfrentado varias DANAs que han causado daños irreversibles, como los ocurridos en Valencia, cuyas consecuencias son ampliamente conocidas.

Asimismo, estamos sufriendo huracanes cada vez más frecuentes y virulentos en zonas como Miami, partes de Asia e incluso en Europa. Estos fenómenos se han producido tras largas sequías y un aumento progresivo de temperaturas extremas, superando ya los 1,5 grados Celsius, con un incremento previsible de hasta 3,1 grados.

Si reconocemos que estamos en una situación de emergencia climática, es imprescindible actuar en los próximos años para reducir las emisiones de CO2, como nos urge la comunidad científica. Para ello, no podemos ni debemos seguir siendo tan dependientes de modos de transporte contaminantes como el aéreo, marítimo y el automóvil.

Es necesario implementar medidas para frenar el aumento de las temperaturas, invertir en adaptaciones que reduzcan el impacto y disminuir drásticamente el consumo de combustibles fósiles para mitigar los gases de efecto invernadero.

Urbanización y Turismo: Hacia un modelo sostenible

Otro de los temas clave es la masificación urbanística y turística, conceptos que resultan incompatibles con un desarrollo sostenible del territorio. Es fundamental abandonar la idea, cada vez más extendida en la sociedad y entre las administraciones, de un crecimiento urbanístico y turístico desmesurado. En su lugar, debemos apostar por una oferta turística de calidad y sostenible.

Actualmente, muchos destinos turísticos están excesivamente masificados, y los beneficios que aportaban se están viendo superados por sus impactos negativos. Otros lugares están acercándose peligrosamente a esos niveles de saturación.

Todavía estamos a tiempo de reordenar el modelo y la oferta turística mediante moratorias a las viviendas turísticas, así como con actuaciones profundas en el ámbito del transporte y la movilidad.

Esto incluye reducir la construcción de infraestructuras en las zonas saturadas y adoptar un conjunto de medidas medioambientales y energéticas de forma integral.

Ciudades del futuro y salud laboral

En este contexto, es imprescindible replantearnos cómo deben ser las ciudades del futuro, priorizando la mejora de infraestructuras y la implementación de políticas medioambientales efectivas.

También es urgente desarrollar protocolos relacionados con la salud de los trabajadores, ya que las olas de calor provocan muertes prematuras y agravan los riesgos laborales asociados al cambio climático.

Gestión de residuos y recursos hídricos

Erradicar los vertederos debe ser una prioridad. Para lograrlo, la correcta separación de residuos en origen resulta fundamental. Además, es necesario avanzar hacia un modelo que enfrente la emergencia climática actual. Entre las acciones clave destacan:

Limpieza de ríos.
Optimización de las redes de saneamiento.
Gestión eficiente de residuos.
Desarrollo de un transporte público más sostenible.
Construcción de plantas de combustión controlada.
Reducción del consumo de agua.

Es crucial fomentar la reutilización del agua mediante ciclos terciarios en los procesos de depuración, así como incrementar el uso de desaladoras y depuradoras para alcanzar una gestión hídrica integral. Además, resulta esencial mitigar los riesgos asociados a la agricultura intensiva.

Hacia un futuro resiliente y descarbonizado

En definitiva, necesitamos desarrollar infraestructuras resilientes que nos permitan abordar los desafíos actuales.
Esto incluye apostar por energías renovables, incentivar la innovación, promover plantas de tratamiento de bioresiduos, reducir las emisiones de carbono y avanzar hacia una economía responsable y descarbonizada.

(Columna publicada originalmente en El Observador de España)