“Fue un proceso de negociación complejo porque se inició en octubre, mantuvimos varias reuniones con la empresa y no se lograba avanzar en varias cláusulas”, dijo a La Rel Paulo Henrique de Lima, presidente del SINTIACR.

Los trabajadores y trabajadoras de Seara (JBS) exigían mejoras en puntos como el piso salarial, la canasta básica y otros beneficios sociales.

“La oferta de la compañía estaba muy distante de lo que revindicaban los trabajadores, lo que llevó a que iniciáramos un paro de actividades el domingo 1”, explicó Paulo.

“Esa medida hizo que la gerencia nos convocara a una reunión en Porto Alegre, donde se formalizó una contrapropuesta que tampoco fue aceptada por los trabajadores”.

Frente a eso, la huelga se extendió, impulsada sobre todo por el personal del Servicio de Inspección Federal (SIF)*, que se mantuvo firme y logró contagiar al resto de los trabajadores y trabajadoras, informó el dirigente.

“Finalmente, el 3 de diciembre logramos un acuerdo que contempla un incremento de 300 reales (50 dólares) en la canasta básica, reajuste con incremento real de salario y mejoras en los beneficios como la participación en los resultados (PLR) y en el piso salarial del sector”, destacó.

“Me gustaría agradecer a toda la comisión directiva del SINTACR que se mantuvo unida y firme, a los trabajadores y trabajadoras de Seara JBS que confiaron en nuestra labor y a la Rel UITA, que siempre nos está acompañando”, finalizó Paulo.

De nuestra parte agradecemos al compañero Wagner do Nascimento, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Carambeí (SINTAC, Paraná), que nos mantuvo al tanto de la evolución del conflicto.

La solidaridad de las organizaciones hermanas: STIMLCA (Ponta Grossa); FTIA (PR) y SINTAC (PR)