60 por ciento de las ventas uruguayas de carne parten de frigoríficos extranjeros
La carne, ausente y cara (salvo para los productores)
en el país de la carne
en el país de la carne
Las delicias de los monopolios
60 por ciento de las ventas uruguayas de carne parten de frigoríficos extranjeros
El accionar oligopólico de los frigoríficos uruguayos, en buena parte controlados por capitales brasileños, volvió a estar en el tapete estas últimas semanas, con la ausencia del mercado de los cortes de carne más demandados por los consumidores y la extraña caída de los precios pagados a los productores.
“Muchos frigoríficos mantuvieron una faena baja aunque había mucha disponibilidad de ganado”, dijo el presidente José Mujica esta semana al denunciar el comportamiento “curioso” del conjunto de los frigoríficos que operan en Uruguay, con excepción de uno al cual no identificó.
La industria frigorífica -sugirió- maniobró para “fijar a la baja los precios” que paga al productor.
Es muy extraño que los frigoríficos hayan faenado este fin de año muy por debajo de lo normal en una época como el verano en el que el consumo de cortes como el típico asado crece exponencialmente por la agregación de la demanda de los turistas argentinos a la demanda local.
Lo mismo señalaron tanto los propietarios reunidos en la Asociación y la Federación Rural como los comerciantes agrupados en la Unión de Vendedores de Carne, todos ellos vigorosos defensores del libre mercado pero partidarios en este caso de una intervención del Estado para “poner orden” en un contexto en el que se ven perjudicados.
“Fue muy sorprendente. Han faltado, en Montevideo y en las zonas turísticas del este del país, cortes que en esta época se piden mucho. No puede explicarse sino por una actitud de la industria frigorífica.
El mercado interno a ellos no les interesa para nada, ya que colocan la mayor parte de su producción en el exterior a precios desorbitantes. Lo que les interesa es ganar su pulseada con los ganaderos, pagarles precios menores”, denunció un responsable de la Unión de Vendedores de Carne.
“Mientras la carne a nivel internacional se factura a precios similares a los del año anterior, los ganados disponibles mantienen tendencia a la baja, con la excepción de un único frigorífico, lo que hace pensar que pudo haber un acuerdo, reviviendo las viejas leyes que se mueven en la economía, la ley de la concentración y que hablan de la tendencia oligopólica por la vía de los acuerdos”, agregó Mujica en su programa radial semanal.
Fernando Pérez Abella, vicepresidente del estatal Instituto Nacional de Carnes (INAC), coincidió con el presidenteen que “llama la atención” que en momentos en que existe una demanda externa “pujante” por la carne uruguaya y “un precio muy bueno”, la faena cae porque baja el precio de las haciendas.
“Es evidente que hay alguna actitud que escapa al flujo normal de los hechos; no está claro por qué suceden estas cosas”, dijo.
El gobierno ha alertado varias veces sobre el comportamiento especulativo de una industria frigorífica que no ha parado de extranjerizarse en los últimos años.
Paradojas de la extranjerización
La paradoja es que tanto la extranjerización como la concentración del sector se han dado fundamentalmente desde 2005, año en que el Frente Amplio del actual presidente Mujica y de su predecesor Tabaré Vázquez asumió el gobierno.
Transnacionales brasileñas como Marfrig, JBS y Minerva son propietarias actualmente de siete plantas en Uruguay, país en el que controlan 40 por ciento de la faena y 50 por ciento de las exportaciones.
En total, el 60 por ciento de las ventas uruguayas de carne parten de frigoríficos extranjeros. No es raro que los frigoríficos foráneos controlen también otras áreas de la cadena cárnica. Marfrig, por ejemplo, adquirió la principal curtiembre del país, Branáa, con lo que la concentración aparece como aún más peligrosa, según denunciaron pequeños productores y algunos de los medianos reunidos en la Federación Rural.
Las principales gremiales agropecuarias no descartan por su parte presentar un recurso contra los frigoríficos ante la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia, dependiente del Ministerio de Economía.
Javier Gomensoro, miembro de ese organismo, dijo el martes 7 al diario El Observador que “sería muy bueno” que las gremiales reaccionaran. “Tenemos pocos recursos, pocos funcionarios, y si no contamos con ningún aliado del sector productivo o comercial para nosotros es muy difícil juntar elementos” probatorios de prácticas monopólicas o desleales, afirmó.
En febrero de 2010, la Comisión se manifestó en favor de “evaluar las condiciones de competencia (en el sector cárnico) de manera de desarrollar acciones de promoción de la competencia en dicho mercado”.
El organismo había constatado el recurso de los frigoríficos a métodos de presión para controlar los precios. “Ofrecían un precio, y si el productor ofrecía otro superior, ellos estaban en condiciones de aguantar con su ganado hasta que el productor” cediera, recordó Gomensoro.