Sundiro Holding es el propietario de Rondatel (Rosario) y Lorsinal (Montevideo) y además de deberle a los consignatarios de ganado mantiene deudas con proveedores del Estado y con trabajadores.

Según informaron desde la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (FOICA), este martes 30, en una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo, los representantes de la compañía comunicaron que llegó un dinero para pagar algo de lo que adeuda la empresa, y con eso lograron una prórroga de los acreedores hasta el 15 de septiembre.

Con relación a la reapertura de los frigoríficos, no hay perspectivas reales de que puedan volver a la actividad este año.

“Solo un milagro podría hacer que se retome la faena en 2024. Por el momento los trabajadores y trabajadoras tendrán asegurado el subsidio por desempleo hasta diciembre, pero la empresa sigue pateándola para adelante”, dijo a La Rel Matías Olivera, secretario de Organización de la FOICA.

Sobre la posibilidad de que el grupo chino venda ambas plantas frigoríficas, los representantes en Uruguay aseguran que desde la matriz la idea es poder saldar la deuda y mantener la operativa de los frigoríficos.

Entre las dos plantas, son 700 las familias afectadas. Hace más de un año que están sin actividad.

Sundiro Holding cotiza desde hace años en la Bolsa de China y a partir de 2016 comenzó a comprar frigoríficos o empresas industriales que se dedican al procesamiento de carnes.

Aunque cuenta con 16 bases de procesamiento en el gigante asiático y es el principal proveedor de carne de alta calidad en ese país, con una red de ventas en 400 provincias, sus operaciones en Uruguay han estado marcadas por la irregularidad, las deudas y las falsas promesas.