La mayor parte de las denuncias (unas 61.400) fueron por daño moral, y el resto (prácticamente 44.500) por daño material.

Ese es el número de demandas que llegan a la justicia, pero no todas lo hacen.

En promedio, entre 10 y 20 por ciento de las demandas de indemnización por lesiones recibidas durante la jornada laboral acaban siendo objeto de una acción judicial.

Todas estas cifras se conocieron el 27 de julio, Día Nacional de Prevención de los Accidentes de Trabajo, instituido hace 52 años, cuando se publicaron las primeras ordenanzas que determinaron que toda empresa con más de 100 empleados debe disponer de servicios de medicina y de ingeniería de seguridad.

El cumplimiento de estas obligaciones debe ser “fiscalizado no solo por los organismos públicos sino también por la sociedad civil”, dijo el gestor regional del Programa Nacional de Prevención de Accidentes de Trabajo, el magistrado Marcos Fagundes Salomão.

“Todos somos agentes de transformación y la cultura de la prevención debe estar presente en el imaginario, pero también en acciones concretas”, afirmó.

El juez Marcelo Caon Pereira, gestor regional del Programa Nacional de Prevención de Accidentes de Trabajo en Porto Alegre, estimó a su vez que el día instituido en 1972 “ha ayudado a concientizar” a trabajadores y empresarios y “recuerda la importancia de implementar políticas públicas en la materia y que se promueva una cultura de la prevención en las empresas”.