El trabajador desosaba pollos y sufrió lesiones permanentes en los tendones de un hombro. Se desempeñaba en una unidad de JBS, ubicada a unos 800 kilómetros de Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso, desde 2015.

La compañía fue declarada culpable y deberá pagarle al trabajador 10.000 reales (unos 1.800 dólares) por daños morales además de gastos médicos, aguinaldo y licencias y una pensión vitalicia, según un fallo de la jueza Janice Schneider.

Los frigoríficos son verdaderas incubadoras de LER, y para prevenir esas enfermedades, que tienen su origen en los ritmos intensos de trabajo y las malas condiciones laborales fue que en Brasil se logró la aprobación de una norma (la NR 36) que regula las condiciones de salud y seguridad en la industria.

Los sindicatos supieron defender a capa y espada la NR 36 a pesar del constante empeño de empresarios y gobiernos neoliberales de suprimirla o limitarla al máximo.