A 46 años de la masacre de Panzós
El 29 de mayo de 1978 decenas de personas fueron masacradas por el Ejército guatemalteco en Panzós, Alta Verapaz, a unos 280 km de la capital.
Gerardo Iglesias
29 | 5 | 2024
Foto: Daniel Caal – Prensa Comunitaria
La plaza pública central —como sucediera en Ciénaga, Colombia, en 1928 en la bestial matanza de los trabajadores bananeros de la United Fruit Company— fue el escenario de esta masacre. En Panzós había unos 1.000 campesinos manifestándose pacíficamente por la solución a conflictos de tierra.
Citados por el alcalde Walter Overdick, los manifestantes no fueron recibidos y el grupo de militares apostados en el edificio municipal disparó sobre ellos, matando al instante a unos 35 y dando persecución al resto.
En un contexto de guerra fría, la versión oficial informó que el “Ejército actuó en legitima defensa ya que los campesinos iban armados, incluso llegó a manifestarse que Cuba tuvo responsabilidad de haber adoctrinado a los campesinos” (Prensa Libre-PL).
La recuperación de varios restos de víctimas se realizó 19 años después, luego de la firma de los Acuerdos de Paz de 1996, que dispusieron la formación de una Comisión de Esclarecimiento Histórico.
Según PL, “la relevancia de la masacre de Panzós no estriba en la cantidad de personas asesinadas, sino en que fue la primera que se efectuó públicamente, con lujo de impunidad, en la plaza del pueblo; el Ejército apostado en lugares estratégicos disparó indiscriminadamente contra hombres, mujeres y niños, según indica la Fundación de Antropología Forense, encargada de realizar las exhumaciones”.
Así es la historia del sufrido y aguerrido pueblo guatemalteco, entre la dignidad y el fatalismo, desde el horror de la masacre ya producida y a espera de la siguiente.