En diálogo con La Rel, Valdemir Corrêa, presidente de la Federación de Trabajadores de la Alimentación de Rio Grande do Sul (FTIA-RS), informó que desde el comienzo de las negociaciones colectivas la compañía ofreció un reajuste salarial inferior a la inflación del período.
“En una reunión realizada aquí en la Federación a mediados de setiembre, Lactalis presentó una propuesta de incremento de 1,38 por ciento cuando la inflación del período marcó 1,72, o sea ante una cifra ya muy baja. Ni siquiera ofreció una recuperación completa”, dijo.
La oferta fue rechazada por trabajadores y trabajadoras y la empresa quedó en contactar al Sindicato para una nueva reunión.
“Como pasaron 10 días y Lactalis no daba señales -continuó-, el 27 de setiembre organizamos una movilización frente a la fábrica para presionar a que se retomara la negociación”.
Según el dirigente, la FTIA siempre ha considerado que la inflación no forma parte de la negociación con las patronales al tratarse de una pérdida que la empresa debe reponer para luego negociar el incremento real de salario.
“Lactalis convocó nuevamente al Sindicato a una nueva reunión donde volvió a presentar una cifra inferior a la inflación, un 1,5 por ciento. Una falta de respeto a los trabajadores y trabajadoras que nuevamente rechazaron lo ofrecido”.
Corrêa afirma que la compañía francesa siempre ha sido una de las más complicadas para negociar, porque –entre otras cosas– tiene una política antisindical muy marcada.
“Además de ofrecer un reajuste salarial ridículo, ha tomado una serie de medidas de manera unilateral, obviando por completo al Sindicato como lo hicieron con el Plan de Salud”, señaló.
Según Corrêa, de buenas a primeras Lactalis comenzó a descontar del salario un porcentaje por concepto de plan de salud para los familiares en relación de dependencia que antes estaban incluidos en el paquete.
“Esto ha significado una rebaja de casi 100 reales (32 dólares) por mes para cada trabajador y ha hecho que muchos funcionarios quiten a sus familiares de la cobertura médica”, dijo.
Lactalis alega que este cambio en el Plan de Salud forma parte de la política nacional de la compañía y que por esa razón no puede dar marcha atrás.
Al no avanzar en reuniones realizadas los primeros días de octubre, el Sindicato votó la realización de una huelga por tiempo indeterminado que comenzó con la paralización de actividades en Santa Rosa y Três de Maio el 22 de octubre.
Fue necesaria la intervención de la justicia laboral para poner fin al impasse en las negociaciones y que Lactalis acercara una propuesta mejor.
Corrêa consideró que “la mediación de la justicia laboral solo se dio debido a la movilización de los trabajadores y trabajadoras y por eso se logró un reajuste que contempla un aumento real además del índice de la inflación y que no se descontaran los días de huelga. Fue una instancia desgastante porque la empresa se negó todo el tiempo a conceder lo solicitado por el Sindicato”.
El acuerdo contempla 2,13 por ciento total de aumento y ticket alimentación de 115 reales (35 dólares). Sobre el plan de salud no hubo acuerdo y el Sindicato llevará el tema a la justicia del Trabajo.
Lactalis emplea a más de 60.000 personas en los 50 países en que opera. Es considerada la 15ª mayor empresa del segmento de alimentos. Actualmente, cuenta con 17 fábricas en Brasil, adquirió en 2014 Lácteos Brasil (LBR) y la división láctea de BRF y administra las marcas Batavo, Parmalat y Acuerdo en Lactalis Santa Rosa.