CONTAC, CNTA, FTIA y Rel UITA se movilizan para recaudar y hacer llegar recursos a los damnificados, muchos de ellos trabajadores, trabajadoras y dirigentes de los sindicatos de base de la Federación.

Más de 400 ciudades fueron afectadas por las inundaciones. Ya ha habido unas 100 muertes y cientos de personas permanecen desaparecidas, hay otra centena de heridos y más de 220 mil tuvieron que ser evacuados. Las cifras son desgarradoras y aumentan a diario.

Nuestra afiliada la Federación de Trabajadores de la Alimentación (FTIA-RS) se ha movilizado para llevar víveres a sus afiliados más afectados y abrió una cuenta para recibir donaciones en dinero, que será destinado a la compra de implementos y materiales de construcción cuando baje el agua.

Además de las casas de muchos obreros, varios locales sindicales quedaron completamente destruidos.

“El gobierno federal ha enviado una valiosa ayuda, pero también es muy importante la contribución de cada una y cada uno de los trabajadores y trabajadoras de nuestra región para paliar una situación que es catastrófica”, indicó Paulo Madeira, presidente de la FTIA-RS.

Madeira se trasladó con su equipo para llevar personalmente provisiones y productos de limpieza e higiene personal a las localidades más afectadas. Las federaciones de Sao Paulo y Paraná también se unieron al llamado a la solidaridad y los diversos sindicatos están realizando depósitos en dinero.

Otras organizaciones afiliadas a la Rel UITA en Brasil también se organizan para recaudar y llevar productos de primera necesidad y se hizo un llamado a todos aquellos sindicatos afiliados en América Latina a que envíen su colaboración, por más pequeña que sea.

El río Guaíba se desbordó el viernes pasado, luego de cuatro días de intensa lluvia, y el domingo alcanzó su máximo histórico: 5,31 metros, más de dos metros por encima del nivel de desbordamiento.
En la mañana de ayer 8 de mayo, el río había bajado unos 15 centímetros, pero se mantienen inundados numerosos barrios de la capital del estado, Porto Alegre, así como municipios enteros de la zona metropolitana, donde viven 4,3 millones de personas.

Los temporales han destruido numerosas infraestructuras, como puentes y carreteras, al menos 42 rutas de la región continúan con bloqueos totales o parciales y miles de personas sufren cortes de agua o de electricidad en sus viviendas.

Se estima que, aunque cesen las lluvias, el nivel del río no volvería a la normalidad hasta dentro de un mes como mínimo.