“Fue uno de los 24 de marzo más concurridos desde la salida de la dictadura”, coincidían en la noche del domingo representantes de distintos organismos de derechos humanos tras las marchas en Buenos Aires, Córdoba, Mar del Plata, Rosario y otras grandes ciudades de Argentina.

Algunas fuentes cifran la asistencia total entre 1,5 millones y 2 millones de personas, otras en algo menos, pero lo cierto es que la multitud fue impactante.

“No se dio en un contexto fácil, porque están queriendo imponer otra vez el miedo”, dijo entre otras Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, que el domingo, a sus 93 años y visiblemente cansada, estuvo entre los oradores del acto principal en Buenos Aires.

De Carlotto recordó que en los últimos días desde el gobierno y grupos afines se habían multiplicado las provocaciones de todo tipo contra los promotores de los actos del 24 y en general contra las organizaciones como Abuelas o HIJOS.

El punto más alto de esos ataques había sido la agresión, con violencia sexual y amenazas de muerte incluidas, sufrida por una integrante de HIJOS a comienzos de mes.

La jornada había sido precedida, además, de una ofensiva comunicacional del gobierno para relativizar lo sucedido bajo la dictadura y volver a cuestionar la cifra de desaparecidos.” #No fueron 30.000”, fue el hashtag elegido por la vicepresidenta Victoria Villarruel, hija, nieta y sobrina de represores y abogada de varios otros, para su campaña de mensajes en redes sociales.

El presidente Milei y su entorno se habían encargado a su vez de difundir un video plagado de errores históricos orientado a poner en duda la veracidad de las denuncias sobre la magnitud de la represión en las décadas de los 70 y los 80.

“Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Completa”, se tituló el video, que retoma una a una las tesis de quienes equiparan la violencia desatada desde el aparato del Estado con la ejercida por organizaciones políticas.

“Es increíble que tras la lucha que se llevó a cabo durante tantos y tantos años para demostrar la veracidad de lo que se venía denunciando haya que volver a hacerlo casi que desde cero. Pero es lo que está sucediendo ahora”, se quejó una joven de esas que, dentro mismo de Abuelas de Plaza de Mayo, están tomando la posta.

“No hay que parar nunca en estas denuncias porque lo que está en juego no es solo la verdad y el castigo a los culpables: también leer lo que sucedió en el pasado, tan parecido a este presente, para darnos cuenta que el combate es el mismo”, insistió.

Uno de los lemas de la marcha decía “Nunca más miseria planificada”, y en los discursos de los oradores en los diferentes actos se insistía una y otra vez en la similitud de los proyectos de los militares y civiles que impulsaron la dictadura y los de este y otros gobiernos anteriores.

“Milei, basura, vos sos la dictadura”, fue una de las consignas más coreadas por la multitud que marchó por Avenida de Mayo.