El movimiento estudiantil, pueblos originarios, sectores del movimiento obrero, grupos ambientalistas, pueblo en general mostraron su descontento y rechazaron el contrato minero y sus impactos devastadores sobre el medio ambiente y la salud, movilizándose de manera masiva.

En octubre, la Asamblea Nacional aprobó la ley 406 que habilita la explotación minera. El presidente Cortizo la sancionó de inmediato, obviando la inconstitucionalidad de dicho contrato.

Frente a la intransigencia gubernamental, el pueblo se ha volcado a las calles y durante las últimas cuatro semanas se han multiplicado las movilizaciones. La respuesta del gobierno de Cortizo fue aumentar el nivel de represión. El saldo es de tres manifestantes asesinados y cientos de detenidos y heridos.

La Rel UITA ha venido acompañando la digna lucha del pueblo panameño contra el extractivismo minero, expresado en el acuerdo con Minera Panamá, y el acaparamiento de bienes comunes.

El 22 de noviembre pasado, en un comunicado común emitido en San José de Costa Rica, las participantes en el Seminario Internacional organizado por el Comité Latinoamericano de Mujeres de la UITA (Clamu) y la Rel UITA ratificaron su respaldo a ese combate, su apoyo a la demanda de derogación de la ley 406, así como su rechazo a la represión contra el pueblo organizado.