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Nuevos casos de fuga de amoníaco en frigoríficos brasileños

¿Y van…?

Durante el primer semestre de este año hubo en Brasil un número sin precedentes de accidentes con fugas de amoníaco en frigoríficos. La cifra sigue creciendo a pesar de la actuación del Ministerio Público del Trabajo y de las denuncias de las organizaciones sindicales.

Amalia Antúnez – Gerardo Iglesias

27 | 09 | 2023


Foto: Radar News

Este martes 26, en Morrinhos, estado de Goiás, 20 trabajadores y trabajadoras fueron hospitalizados con síntomas de intoxicación por gas amoníaco luego que se produjera una fuga en el frigorífico de la empresa Qualitti Alimentos.

Quince días atrás en el estado de Bahía se registró un accidente similar en el frigorífico avícola Naturaves, en la localidad rural de Eunápolis que afectó a 11 funcionarios que debieron ser asistidos por personal de bomberos y trasladados a un hospital cercano.

Las fugas de amoníaco son frecuentes en las unidades frigoríficas en todo el mundo y casi siempre causan heridos o muertes debido a su elevada peligrosidad.

“En las plantas de Tyson Foods, uno de los procesadores de carne más grandes de Estados Unidos, se registraron al menos 47 fugas de amoníaco entre 2012 y 2021, provocando 150 lesionados” (CNN).

En Brasil, un reciente relevamiento da cuenta de un alto número de casos (más de 15) que involucran a cientos de trabajadores que requieren atención médica, lo que deja al descubierto la precariedad en las inversiones en prevención de accidentes y la falta de mantenimiento de las instalaciones frigoríficas.

Soluble y especialmente peligroso

El gas amoníaco (NH3) es un gas tóxico agudo, corrosivo (capaz de destruir gradualmente cualquier material inorgánico o tejido orgánico). “Es la opción preferida (más económica) para la refrigeración industrial, el congelamiento instantáneo y el almacenamiento masivo, debido a su capacidad superior de enfriamiento y su bajo costo”, señaló el especialista D. Wagner.

Se trata además de un gas soluble (que se puede disolver al mezclarse con un líquido).

“El 70 por ciento del organismo humano es agua. Por eso, el amoníaco en altas concentraciones o en grandes exposiciones los efectos pueden ser gravísimos; provocando quemaduras en la piel, en los ojos y en las mucosas en general y, lo que es más grave, afectar al sistema respiratorio”, destacó por su lado la profesora española María del Carmen Terán.

La NR 36 y sus recomendaciones

La NR 36, norma que regula las condiciones de salud y seguridad en la industria frigorífica, defendida por el movimiento sindical del sector y tan atacada durante el gobierno de Jair Bolsonaro, exige la instalación de sistemas de protección contra fugas de amoníaco, debidamente dimensionados y en perfecto estado de funcionamiento.

En su capítulo 36.9.3 sobre agentes químicos, la NR 36 enumera 10 puntos que son imprescindibles para la prevención de accidentes de este tipo:

1. mantenimiento de las concentraciones ambientales en
    los niveles más bajos posibles y siempre por debajo
    del nivel de acción, mediante una ventilación adecuada;

2. implementación de mecanismos para la detección
    temprana de fugas en puntos críticos, junto con un
    sistema de alarma;

3. instalación del panel de control del sistema de
    refrigeración;

4. instalación de duchas de seguridad y estaciones de
    lavado de ojos;

5. mantenimiento de salidas de emergencia despejadas
    y debidamente señalizadas;

6. mantenimiento de sistemas adecuados de prevención y
    extinción de incendios, en perfecto estado de
    funcionamiento

7. instalación de duchas o rociadores sobre los grandes
    recipientes de amoníaco, para mantenerlos frescos en
    caso de incendio, de acuerdo con el análisis de riesgo;

8. mantenimiento de instalaciones eléctricas a prueba
    de explosiones cerca de los tanques;

9. señalización e identificación de componentes, incluidas
    las tuberías;

10. solo permanecen las personas autorizadas para
      realizar la inspección, mantenimiento u operación
      de los equipos en la sala de máquinas.

 

Los sistemas de refrigeración que utilizan gas amoníaco deben ser, además, operados por trabajadores calificados. La presencia de grietas en válvulas y tuberías, resultantes de la falta de mantenimiento, puede dar lugar a accidentes graves.

Las organizaciones sindicales tienen la ardua tarea de monitorear y denunciar a las compañías que no cumplen con los sistemas de seguridad, que están más preocupadas del lucro que de sus trabajadores y trabajadoras.

En este escenario, la fuga de amoníaco, al igual que otros accidentes que comprometen la salud y la vida de los trabajadores son considerados apenas daños colaterales.