Con Orlando Carriqueo
Mientras los integrantes del Tercer Malón por la Paz siguen manteniendo la vigilia en los tribunales de Buenos Aires hasta tanto la justicia se expida sobre la inconstitucionalidad de la reforma de la Constitución jujeña, La Rel conversó con Orlando Carriqueo, coordinador del Parlamento Mapuche Tehuelche Rio Negro.
Nelson Godoy
16 | 08 | 2023
Orlando Carriqueo | Foto: Nelson Godoy
-Cuéntanos un poco acerca de tu comunidad y cómo se ve afectada en sus territorios.
-Somos la organización mapuche tehuelche en Rio Negro, con conflictos similares a los que tienen nuestros hermanos de Jujuy.
Hay una discusión social que no se está dando y que tiene muchas implicancias a partir de la implantación de un estado moderno frente a culturas que tenían otras maneras de relacionarse. Nos hemos quedado arrinconados en unos territorios bastante complejos para producir.
Sin embargo, nuestra gente se acostumbró a vivir ahí, a producir y hoy llegan nuevos proyectos extractivos.
Lo que también está en discusión son los derechos internacionales, los pactos internacionales y fundamentalmente el derecho que tenemos las comunidades a seguir viviendo de la manera que entendemos es la mejor. Los estados tienen la obligación de respetar esos derechos.
-Hay una lucha que se está dando contra el extractivismo que ustedes quieren dar más visibilidad de la que tiene.
-La discusión sobre el extractivismo no solo incumbe a las comunidades sino también a la sociedad en su conjunto. Se debe dar en el marco de un cambio climático que llega a extremos como en Irán, donde hace una semana se registró una temperatura de 62 grados, o los 80 grados en el desierto de México, los muertos por el calor en Europa, las inundaciones en China…
Los pueblos indígenas tenemos la obligación de defender el territorio de las políticas extractivas porque eso es lo que está produciendo el cambio climático. No es solo el oro y la plata, sino la proyección de vida en los próximos años.
Hay que preservar el territorio para poder proyectar vida ahí y ese es por supuesto nuestro derecho, nuestra obligación como gente de la tierra. Por eso nos decidimos a rechazar los proyectos extractivos y planteamos una discusión social bastante amplia.
-Y el Estado implicado en toda esta situación…
-Sí, y no solo el Estado. La sociedad está implicada en esta discusión que tiene que ver con la búsqueda del desarrollo a partir del consumo. Nosotros pensamos de otra manera: que los estados tienen que marchar hacia políticas del buen vivir, es decir respetar el territorio, no contaminar los ríos, lagos, la tierra.
Todos hablan de la matriz energética y parece que tenemos que hacer molinos de viento en todos los lugares, producir hidrogeno verde. ¿Para qué? ¿Para seguir sosteniendo a Europa?
Si eso no se discute el territorio va a seguir siendo arrasado. El colonialismo de hoy son las empresas mineras, las de hidrógeno verde, las forestales, el negocio inmobiliario.
Si analizamos que la capital de Uruguay no tiene agua y no pueden utilizar el agua porque está contaminada por las pasteras, bueno definamos si está bueno tener pasteras. Cuántos empleos puede generar y cuánta es la contaminación.
-¿Qué soluciones podrían aportar ustedes?
-Yo creo que la solución es la distribución territorial. Ha habido una concentración en la tierra y eso no ha planteado otra mirada en estos 140 años. Todos los pueblos indígenas de Latinoamérica están discutiendo eso.
-¿Con esta movida qué quieren lograr?
-Las demandas son claras. La principal es el derecho a dar consentimiento o no a proyectos que estén adentro de los territorios comunitarios. La estrategia de los estados es construir todo un andamiaje legal y jurídico para avalar el despojo territorial y la violencia, cercenar el derecho a la protesta. Lo que está en tensión es el capitalismo.
Luchas como estas se están dando también en Guatemala, en Ecuador, en Brasil, en Colombia, en Perú. No estamos solos ni somos los locos que venimos a defender el territorio. Todos los pueblos indígenas en América del Abya Yala nos estamos levantando.
Por eso digo: no solo somos nosotros, sino que es la tierra que se está levantando frente a tanto atropello.