En diálogo con La Rel, Evandro Navarro, abogado de nuestra afiliada, la Confederación Democrática de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (CONTAC) que está asesorando a los obreros explicó los antecedentes del conflicto.

“Ante una serie de atropellos de la gerencia local los trabajadores iniciaron una protesta con paralización de las actividades los días 24 y 25 de julio luego de que presentaran un pliego de demandas que la gerencia local simplemente ignoró”, explicó.

Los trabajadores denuncian que la empresa les descuenta jornales a pesar que presentan certificados médicos por lesiones que les impide trabajar, que no proporciona equipos de protección personal (EPP), que el ritmo de trabajo y las jornadas son extenuantes y que los mandos medios dan cátedra en acoso moral.

“El paro fue la forma legítima que estos trabajadores y trabajadoras encontraron para hacerse escuchar”, señaló Navarro.

Según informó el asesor de CONTAC, el frigorífico de Marfrig Várzea Grande emplea a muchas mujeres, en su mayoría jefas de familia y a muchos migrantes, principalmente venezolanos.

“Cuando les descuentan los jornales por no poder trabajar por alguna lesión derivada del ritmo intenso de trabajo o de la sobrecarga, estas familias se ven considerablemente afectadas”, subraya.

En un acto de total intransigencia, Marfrig realizó una propuesta de acuerdo en medio de las protestas que fue firmemente rechazada por los trabajadores. Sin embargo, la transnacional insistió en que la mayoría de la plantilla había aprobado el acuerdo y les cerró las puertas.

Estos trabajadores solicitaron el asesoramiento de CONTAC porque no fueron atendidos por el sindicato que está en la empresa.

“Esta organización es afín a los intereses de la compañía y contrariamente a lo que definió la mayoría, firmó un acuerdo con un incremento salarial pírrico.

Los trabajadores y trabajadoras hicieron el paro sin el aval del sindicato por no estar de acuerdo con lo firmado”, explicó Josimar Cecchin, recientemente electo presidente de CONTAC.

Según indicó Navarro que está en Várzea Grande, se pactó una reunión con la gerencia el martes 25 a la que no le permitieron entrar como asesor legal de los trabajadores y trabajadoras.

“Solo ingresaron cinco compañeros (comisión negociadora) y la administración local no solo no tuvo en cuenta las demandas presentadas, sino que además amenazó con descontar los días de paro y también con despedir a los que habían participado de la medida de fuerza”, dijo Navarro.

A última hora de ayer miércoles 26, la empresa cumplió con sus amenazas y despidió a los trabajadores que conformaban la Comisión Negociadora alegando justa causa.

CONTAC está tramitando la denuncia ante el Ministerio Público de Trabajo para revertir los despidos y para frenar las irregularidades y atropellos de Marfrig.

“Agradecemos que la Rel UITA difunda e internacionalice lo que está sucediendo en esta empresa en Várzea Grande. La voz de estos compañeros y compañeras no puede ser silenciada”, concluyó Navarro.