Según explicó a La Rel Martín Cardozo, presidente de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (FOICA), este tipo de medidas forman parte de la dinámica del sector. La novedad esta vez es el porqué.

“Nuestro sector ya venía con baja actividad debido a una serie de factores como la merma de animales para faenar; la recesión de mercados como el chino y ahora la crisis hídrica que vive el país”, señaló.

La planta de Minerva en Canelones necesita un piso de un millón y medio de litros diarios de agua para una faena.

“Hasta enero de este año el Frigorífico Canelones se abastecía de agua de su propio arroyo lindero a la planta, que debido a la falta de lluvias se secó”, explicó el dirigente.

“A partir de ese momento empezó a abastecerse sólo con el suministro público de agua. Esto ya provocó una merma importante en las actividades. Se estaba trabajando dos o tres veces por semana”.

Según informó Cardozo, el adelanto de licencias no fue totalmente sorpresivo, lo que sí sorprendió fue que Minerva dijera al sindicado que la decisión se tomó debido a una solicitud expresa de las autoridades de OSE (la empresa estatal de agua) y que horas después el ente saliera a desmentir a la empresa.

“Esta contradicción en las versiones entre Minerva y OSE abre una serie de interrogantes que hasta el momento la transnacional no aclaró”.

Se estima que el retorno a las actividades sea durante la primera quincena de agosto.

“Si la medida se debió a la falta de agua para producir es muy difícil que se regrese en agosto porque está previsto que la crisis hídrica se extienda hasta setiembre.

De hecho, la situación de toda la industria puede verse afectada”, apunta el presidente de FOICA.