El cartel de VOX
Una gigantografía del partido ultraderechista español Vox colocada en la calle Alcalá, en pleno centro de Madrid, alertó y movilizó a colectivos LGBTI y de derechos humanos sobre el creciente avance del neofascismo en Europa y la necesidad de frenarlo.
Amalia Antúnez
22 | 06 | 2023
Foto: Thomas Coex, AFP
El cartel de lona muestra una mano que lleva puesta una pulsera con los colores de la bandera española y que tira a la basura los logos del movimiento feminista y la agenda 2030, la bandera LGTBI, la del Partido Comunista y la del independentismo catalán. Arriba se lee: “Decide lo que importa”.
La propaganda de Vox provocó el rechazo inmediato de los colectivos LGBTI organizados y también del gobierno español.
“No vamos a permitir que el partido de la ultraderecha siga amenazando al colectivo”, dijo a medios locales Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal LGTBI, al tiempo que convocó a la ciudadanía a participar en masa, el próximo 1 de julio en la marcha del orgullo LGBTI.
Por su parte, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo que el cartel de Vox “no ayuda ni a una convivencia pacífica ni a respetar la diversidad para cuya defensa el gobierno será absolutamente beligerante”.
El jerarca del gobierno señaló también que “acciones donde se pone en tela de juicio al diferente o la defensa y la riqueza de la diversidad no generan convivencia […] y fomentan discursos más incendiarios y delitos de odio”.
En 2019 el histórico líder sindical de la UGT Manuel Bonmati, que fallecería un año después, alertaba sobre el avance la ultraderecha en su país.
En una nota que escribió para La Rel consignaba: “Piensa Vox que la ley de violencia de género debe derogarse para que los hombres no estén discriminados respecto a las mujeres; son homófobos; acusan al movimiento feminista de ‘nazifeminismo’, piden acabar con las asociaciones de apoyo a la mujer y disponer de los datos personales de los inmigrantes para expulsarlos del país.
Muchos de los militantes y candidatos de Vox, decía Bonmati, están vinculados o relacionados con grupos neofascistas o directamente fascistas como Falange Española o Alianza Nacional”.
El cartel de la calle Alcalá resume con precisión el análisis realizado por Bonmati ante el crecimiento de la organización ultraderechista.
En esa misma nota hacía un llamado a los sectores progresistas y de izquierda a enfrentar esta situación con más democracia para poner freno a esta deriva autoritaria y antidemocrática.
Pasados cuatro años, la vigencia de su llamado se ha vuelto urgente, no solo para Europa, sino para el mundo entero.
La homofobia, el machismo, la xenofobia son formas de odio y de discriminación que atentan contra los derechos humanos y es deber de la sociedad trabajar para erradicarlos.