El artículo 47 de la carta magna de Uruguay define al agua como un recurso natural esencial para la vida, resaltó durante la marcha María Selva Ortiz, de Amigos de la Tierra. “Fuimos el primer país en el mundo que estableció a nivel constitucional el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano”, señaló.

En este momento, y desde hace meses, en Uruguay el agua que llega a los hogares no es apta para beber.

Las concentraciones de sodio son muy elevadas y esto obliga a la población a consumir agua embotellada, pero hay un número elevado de personas que no pueden costearlo.

Paralelo a la marcha y acto del PIT-CNT, hubo una marcha de los autoconvocados por el agua, un movimiento de jóvenes que vienen organizando actividades en distintos puntos de la ciudad desde hace días.

Con performances en la calle y consignas, recorrieron la principal avenida de Montevideo y se concentraron frente a la Torre Ejecutiva, la sede del gobierno.

Los jóvenes destacaron que mientras la población padece esta sequía, UPM 2, la segunda planta de una pastera de origen finlandés, consume millones de litros de agua, al tiempo que se está avanzando en la construcción de un parque de servidores de Google que tomaría millones de litros directamente del Acuífero Guaraní.

Bajo la consigna” ¡No es sequía, es saqueo!”, este grupo de autoconvocados se opone también a la creación de una nueva planta de potabilización y toma de agua en el Río de la Plata, en la localidad de Arazatí, en el occidental departamento de San José.

Denuncian que la calidad del agua a potabilizar por esa planta es cuestionable, tomando en cuenta la presencia en ella de cianobacterias y residuos de agrotóxicos .