“El ‘hombro con hombro’ –la consigna de la conferencia– pasó de la teoría a la práctica. Logramos realmente la igualdad, hombres y mujeres de la UITA trabajando juntos, y eso quedó plasmado en la conformación del Ejecutivo. Creo que esta instancia fue un marco en la lucha sindical de la región”, señaló.

La también dirigente del Sindicado de la Alimentación de Campinas (SITAC) afirma que la tarea de la Regional de aquí en adelante será difícil pero que de esta Conferencia se salió más fuerte.

“Luego de la pandemia las condiciones de trabajo para los sindicatos se fueron complicando porque naturalmente nos alejaron, algo que evidenció el reencuentro con todos los compañeros y compañeras acá en São Paulo”, analizó.

“Teníamos muchas ganas de discutir e intercambiar cara cara, mirando a nuestros hermanos y hermanas de clase a los ojos, por lo que la Conferencia arrancó con una carga emocional fuerte”, dijo Rose.

“Los espacios generados para la comunidad LGBTI han sido inéditos en el ámbito sindical en la región. Antes se discutía sobre diversidad de género. Ahora esto es pauta dentro de los sindicatos.

Nuestra compañera Gisele (Adão) que es brasileña, latinoamericana, es la vicepresidenta del Comité Mundial de Trabajadores LGTBI de la UITA. Eso marca lo lejos que hemos llegado. Cuando Gisele habla, todo el mundo presta atención y sabe que está ante una dirigente singular, guerrera y entusiastas”, subrayó.

Para Rosecleia, la Regional marcó postura también en lo político y lo social con la serie de resoluciones que se aprobaron.

Existe un diferencial en ese plano, dijo.

“Las resoluciones aprobadas sobre la situación de compañeros y compañeras que se enfrentan a grandes corporaciones transnacionales en los distintos países de América Latina sientan las bases para el trabajo de los próximos años”, finalizó.