En el frigorífico de JBS en Sidrolândia, en Mato Grosso do Sul, los obreros aseguran sufrir acoso moral por parte de la compañía y que la NR 36 no está siendo respetada.

“La empresa, además de ofrecer alimentos en mal estado, como sucedió también en Forquilhinha, Santa Catarina, está imponiendo un ritmo de trabajo intenso y cuando los trabajadores y trabajadoras no logran cumplir con las tareas los obligan a usar los tiempos de pausa −violando lo dispuesto en la NR36− para concluir con el trabajo”, dice Bolzan.

El sindicato ha recibido en los últimos 90 días decenas de denuncias de acoso moral por parte de mandos medio de la empresa. Cuatro de ellas ya están en la órbita del Ministerio Público del Trabajo.

Las denuncias van desde maltratos verbales hasta amenazas de retiro de beneficios, pero los más graves se dan con relación a la salud y seguridad de los trabajadores.

“Cuando un obrero lleva un certificado médico para justificar una falta, no solo le quitan un beneficio (el pack de alimentos de JBS) sino que además lo hacen trabajar al ritmo de siempre y hacer horas extra para pagar la jornada que no pudo cumplir porque estaba certificado”, destaca.

Según Bolzan, si bien la gerenta local los ha recibido para discutir estos temas, la situación permanece incambiada.

“Cuando nos reunimos con la gerenta y planteamos nuestras quejas, nos dice que va a tomar medidas, pero todo se queda ahí y no hay avances reales: el ritmo, las jornadas extenuantes y el maltrato por parte de los capataces o jefes de sección siguen”.

Ante esta realidad el Sindicato realizará mañana un acto de protesta contra los abusos de JBS.