La Rel UITA viene denunciando la difícil situación que enfrentan los trabajadores y trabajadoras agremiados para hacer valer sus mínimos derechos en una empresa que los atropella con total impunidad.

En la nota, fechada este lunes 28, Greenfield señala que “las acciones de Frigocerro contravienen los convenios 87 y 98 de la OIT sobre libertad sindical y negociación colectiva, los cuales son reconocidos como convenios fundamentales. Cabe recordar que a partir de junio de 2022, el convenio 155 de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo también se convirtió en un convenio fundamental”.

Asimismo, el secretario regional de UITA Asia-Pacífico solicitó con urgencia el restablecimiento inmediato de estos derechos ante la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (FOICA).

“Si estas violaciones de derechos no se resuelven, las obligaciones de diligencia debida en materia de derechos humanos de todas las principales empresas con sede en Asia-Pacífico requerirán que se realice una reevaluación de los riesgos para los derechos humanos de importar carne de Uruguay. Creemos que es sumamente lamentable que las acciones de una empresa pongan en riesgo las exportaciones uruguayas”.

La carta al presidente de Uruguay llegó con copia al presidente regional de la UITA Asia- Pacífico, al presidente de la Food Rengo Japón, la mayor federación de la alimentación de ese país, y al secretario general del Consejo Coordinador de la UITA-Japón.

“Como sabrá, los mercados clave en Asia-Pacífico, particularmente Japón, son extremadamente sensibles a los estándares de seguridad alimentaria, especialmente cuando se trata de productos cárnicos importados”, dice el mensaje de Greenfield.

“Se entiende que las buenas relaciones laborales y la seguridad y salud en el trabajo son piedras angulares de la seguridad alimentaria en la industria cárnica. Por lo tanto, las condiciones de trabajo abusivas, la salud y seguridad ocupacional deficientes y las violaciones de los derechos sindicales en Frigocerro son potencialmente muy dañinas”.

El dirigente finalizó haciendo un llamado a los buenos oficios del presidente para que intervenga en este asunto para garantizar que Frigocerro reconozca plenamente los derechos laborales y sindicales y entable negociaciones de buena fe con la FOICA para resolver la situación.

“Esto no solo restaurará los derechos de los trabajadores de esta industria esencial que tanto contribuyen al país, sino que también evitará daños adicionales a la reputación de las exportaciones de carne de Uruguay”.