“Somos una organización joven. Tenemos diez años de vida y, en medio de muchas dificultades, hemos logrado afiliar a sindicatos de diferentes empresas.

Decidimos dar ese paso a raíz de todos los abusos que se venían dando a partir de los años 90, época en la cual el sindicalismo fue duramente golpeado”, dijo a La Rel, Darwin Valdiviezo, secretario general de Fentagro.

La aprobación, en este período, de una ley agraria que prácticamente recortaba la mitad de los beneficios que gozaban los trabajadores de los demás sectores, fue la clásica gota que colmó el vaso.

“Conformamos la federación para tener más alcance a nivel nacional. Iniciamos con cuatro sindicatos y, con muchos esfuerzos, hemos crecido tratando de llegar a las regiones donde más predomina la agroexportación”, explicó Valdiviezo.

Entre las principales problemáticas que enfrentan las y los trabajadores de diferentes empresas del sector agroindustrial y agroexportador, el dirigente sindical mencionó la forma de contratación laboral.

“Hasta se ha llegado al abuso de contratar por quince días o por un mes. De esta manera, los trabajadores nunca tendrán la continuidad laboral necesaria para ser contratados de forma permanente.

Además, tienen miedo a sindicalizarse porque saben que la empresa no los va a recontratar. Son tácticas antisindicales que vuelven muy complicado el trabajo de afiliación”, expresó Valdiviezo.

El secretario general de Fentagro subrayó también la complicidad y colusión histórica de la política, en especial de la mayoría de legisladores, con las empresas y sus intereses.

“Se hacen leyes que no resuelven los problemas de fondo, que siguen cercenando derechos, recortando salarios, que permiten los despidos disfrazados de mutuos acuerdos.

Mientras tanto, las y los trabajadores continúan sin tener voz, con muchas dificultades para organizarse, y a nosotros nos toca lidiar tanto con las empresas como con los políticos y autoridades de gobierno”, lamentó Valdiviezo.

Ante esta situación, Fentagro se ha acercado a la UITA para buscar solidaridad y respaldo internacional.

“A las empresas nos les importan las denuncias en los tribunales, ni las medidas que tomen las autoridades del trabajo. Tienen todos los mecanismos para dilatar procesos, agotar a los demandantes y, si les toca, pagar multas.

Lo que necesitamos como organización – continuó el dirigente sindical – es tener más eco, que las voces, las denuncias de las y los trabajadores trasciendan nuestras fronteras y lleguen hasta los compradores de lo que producimos”.

Para Valdiviezo, el apoyo internacional se ha vuelto imprescindible para contrarrestar con más fuerza las medidas antisindicales de las empresas.

“La situación del trabajador agrario en Perú es deprimente. Queremos dar a conocer todos estos abusos y buscar soluciones. Queremos que nuestra gente sepa que no está sola.

La UITA puede ser un aliado muy importante en la defensa de los derechos de trabajadores y trabajadoras”, concluyó Valdiviezo.