El autor del trabajo, Pedro Daniel Weinberg, señaló que el semanario fue uno de los medios periodísticos más destacados de la historia de la prensa sindical uruguaya.

“Quise ser el impulsor de la memoria de esta publicación que, increíblemente, no ha tenido el lugar dentro de la historiografía del Uruguay que debería tener”, afirmó durante su intervención.

“Me di cuenta que es la mayor publicación periódica que tuvo el movimiento obrero uruguayo”, agregó.

El semanario llegó a tener un tiraje de 30.000 ejemplares y un sistema de distribución muy eficiente.

Al inicio se leyeron varios mensajes de amigos que no pudieron estar, entre ellos el de nuestro asesor en derechos humanos, Jair Krischke, presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil.

“Convicción no fue apenas una herramienta para reorganizar al movimiento sindical en tiempo de dictadura, sino que en sus artículos enfrentó al gobierno de facto con valientes denuncias en época de censura”, comentó Jair.

La presentación contó con la presencia de algunos de los “hacedores” de la publicación, como Víctor Vaillant, Eduardo Lalo Fernández, Alex Mazzei y Roger Rodríguez que completaron la mesa junto al autor.

Entre el público había otros, como el ex intendente de Montevideo Daniel Martínez, Raúl Gadea y Alexis Jano Ros.

Weinberg hizo hincapié en evocar la memoria de algunos protagonistas de esa hazaña periodística que, según él, han sido ingratamente olvidados.

“Quiero recordar a dos personas que fueron fundamentales para que Convicción fuera posible: Edgardo Etiez y Enildo Iglesias”.

“El primero era quien aglutinaba a aquel aquelarre de escritores y periodistas, que fue director de la publicación durante casi todos sus números, y es un hombre completamente olvidado en el ámbito periodístico y político de Uruguay y el segundo un operador que le dio nueva fisionomía a ese contexto de país aislado, el sindicalista del tabaco y responsable de la UITA en América Latina”.

Todos los exponentes recordaron que el semanario –que comenzó como quincenario– fue la principal herramienta para reorganizar el movimiento sindical uruguayo durante la dictadura.

“Convicción fue, mientras la sagrada censura admitió su existencia, un espacio abierto para que el periodismo independiente, analistas y académicos pudiesen alcanzar a un público masivo con el resultado de sus investigaciones de la realidad nacional e internacional.

Pero, por sobre todas las cosas, se constituyó en un recurso pedagógico eficaz y oportuno para la formación de la nueva dirigencia sindical, aquellas jóvenes generaciones que debieron edificar desde las cenizas las bases organizacionales del movimiento obrero.

A pesar de esta trascendencia, “sigue siendo un medio no demasiado conocido en el presente”, señaló Weinberg.

El ex sindicalista bancario y político Lalo Fernández también hizo mención a la importancia de la Regional Latinoamericana de UITA en el proceso de reorganización del movimiento sindical uruguayo, y abrió un paréntesis para recordar a quien él llamó “un suizo que nos quería mucho”, mientras en el público Daniel Martínez decía por lo bajo: Dan Gallin.

En efecto, Gallin, que fuera secretario general de la UITA hasta 1997, fue pieza clave conjuntamente con Enildo para la reorganización obrera en el Uruguay de la dictadura y un gran admirador de este país.

Enhorabuena, porque el olvido está siempre lleno de memoria.