Asamblea de trabajadores de Frigocerro | Foto: Foica-¿Cuáles son los antecedentes del conflicto entre el Sindicato y Frigocerro?
-Para contextualizar debemos mencionar que esta empresa tiene una antigua tradición antisindical.
En 2015 los trabajadores habían logrado organizarse y constituir un sindicato, pero de inmediato el frigorífico despidió a los que formaban parte de la junta directiva, desarmando cualquier posibilidad de organización.
Desde esa fecha hasta el año pasado estos trabajadores no habían logrado organizarse nuevamente ya que en esa empresa decir sindicato equivale a decir despido.
Sin embargo, debido a varias irregularidades, no solo en el pago sino en las condiciones laborales, de salud y seguridad los trabajadores y trabajadoras se animaron y volvieron a sindicalizarse.
A fines de 2021 mantuvimos un par de reuniones con trabajadores de Frigocerro en las que nos platearon los problemas que venían enfrentando, entre ellos jornadas extensas sin pago de horas extra; malos tratos; pagos por fuera de la seguridad social.
En diciembre realizamos una asamblea con los trabajadores en el departamento de Durazno, donde nos contaron que estaban en proceso de sindicalización. De la primera reunión habían participado unos 10 compañeros, en la segunda superaban los 80.
FOICA les brindó todo el respaldo para que hicieran efectiva la conformación de la organización sindical y en enero de 2022 presentaron ante la empresa los primeros reclamos, lo que derivó en el actual conflicto.
-¿Cuáles fueron esos reclamos?
-Lo primero refiere a una partida extra que la empresa otorga por la faena de ovinos que se abonaba por fuera de la seguridad social. Hablando en criollo, lo pagaban en negro.
Ante la propuesta del sindicato para regularizar la partida, la empresa se negó y en forma de represalia la eliminó.
Frente a esta actitud, el Sindicato comenzó a trabajar a reglamento, es decir reduciendo la velocidad de la producción.
Esta medida hizo que la patronal dejara de convocar a los trabajadores sindicalizados y en su lugar trajera a trabajadores de otra de sus plantas frigoríficas.
El sábado 5 de febrero se debía realizar la faena de bovinos, para lo que se necesita de toda la plantilla y no tuvo otra opción que citar también a los sindicalizados. Es ahí que el sindicato profundiza las medidas y se retira, paralizando la faena del día.
El lunes 7 vuelven a no convocarlos, y el martes los trabajadores que hicieron paro se enteran que tienen 14 días de sanción y otros cinco fueron despedidos por tener sanciones anteriores bajo el mismo argumento.
-¿Qué hizo la Federación ante esa sanción masiva y ante los despidos?
-Lo primero que hace FOICA es entrar en contacto con el Poder Ejecutivo.
Esta empresa del señor Diego Ortiz fue declarada de interés departamental, no se sabe bien por qué, pero eso hace que sea exonerada de pagar impuestos. Por lo tanto, cabe al gobierno intervenir para que Frigocerro pague las compensaciones que correspondan dentro de lo que estipula la legislación laboral.
Nos comprometimos a no tomar medidas gremiales y esperar la respuesta del Ejecutivo, teniendo en cuenta que este sindicato está en formación.
El miércoles 9 se logra que la empresa deje sin efecto los despidos y el jueves 10 nos hacen una propuesta que consiste en dejar en pausa las sanciones, reintegrar a todos los trabajadores este lunes 14 y abrir un paréntesis de 20 días para negociar.
Lo que tenemos claro es que cuando vayamos a la mesa de negociaciones no vamos a negociar condiciones salariales y laborales antes de que se levanten las sanciones, que en este caso se dan como forma de represalia a una medida sindical legítima.
El frigorífico Frigocerro está ubicado en el departamento de Durazno, a unos 180 kilómetros de Montevideo. Produce principalmente carne ovina para exportación, y en menores porcentajes cortes vacunos que exporta a Estados Unidos, Unión Europea, Israel, Canadá, Chile y los países del Mercosur.
En 2020 se posicionó como la tercera planta en número de animales faenados del país.
