La instancia había quedado acordada desde diciembre pasado con el objetivo de informar a los trabajadores y trabajadoras acerca de la situación financiera de la empresa, que según sus propietarios condiciona la reapertura de ambas plantas, paralizadas desde hace un año aproximadamente.

En diálogo con La Rel, Martín Cardozo, presidente de FOICA, señaló que Sundiro volvió a aplazar la reapertura e informó sobre los pasos que, en teoría, va a seguir.

“La empresa nos dijo que por marzo y abril no se va a faenar, así que los compañeros y compañeras de ambos frigoríficos permanecen en el seguro de paro”, dijo.

Según explicó Cardozo, la empresa china se dispondrá a pagar parte de sus adeudos con los consignatarios de ganado y negociará planes de financiación con todos sus acreedores que incluyen también entes del estado como el Banco de Seguros, el Banco de Previsión Social, entre otros.

“Sundiro debe a 43 consignatarios y de ese universo, hay un grupo que exige el pago total, otro que está dispuesto a financiar la deuda y un tercer grupo que ha iniciado juicios contra la empresa. Esta, por su parte busca refinanciar sus deudas para luego comprar ganado al contado y poder reabrir los frigoríficos”, indicó.

Como la empresa ya no cuenta con crédito por parte de productores y consignatarios y deberá pagar al contado el ganado que vaya a faenar, el dirigente explicó que Sundiro no está en condiciones de reabrir las dos plantas simultáneamente.

“Lo que nos dicen es que van a necesitar reabrir con 20 días de diferencia entre un frigorífico y otro, y que tendrían que trabajar a tope para que la actividad les sea redituable. Desafortunadamente, esta transnacional hace más de un año que viene de promesa en promesa y la realidad es que ambas plantas siguen cerradas”, pondera Cardozo.

Ayer 1 de abril, SEMAR se comunicó con el representante local de la empresa, que le adelantó que el 9 de abril llegaría una partida de dinero desde la matriz que permitiría comenzar a pagar las primeras cuotas a los acreedores.

Hasta la fecha, y a pesar de las diversas gestiones realizadas, tanto por la FOICA (junto con la Rel UITA y con SEMAR), no hubo por parte del gobierno de Luis Lacalle Pou ninguna señal para que esta empresa tenga una conducta responsable hacia sus trabajadores y trabajadoras.

Entre las dos plantas, son 700 las familias afectadas.

Sundiro Holding cotiza desde hace años en la Bolsa de China y a partir de 2016 comenzó a comprar frigoríficos o empresas industriales que se dedican al procesamiento de carnes.

Aunque cuenta con 16 bases de procesamiento en China, y es el principal proveedor de carne de alta calidad en ese país, con una red de ventas en 400 provincias, sus operaciones en Uruguay han estado marcadas por la irregularidad.

“En esta etapa, y luego de casi un año sin trabajar, promesas incumplidas y un sinfín de idas y venidas, los obreros de ambas plantas frigoríficas están en la fase de ver para creer. Mientras tanto, siguen aguardando”, concluyó Cardozo.