Es un contrato basura por los perjuicios que causa a la nación, dijo la Federación en un comunicado.

“Rechazamos la minería en cualquiera de sus formas. La minería trae como consecuencia la destrucción de la corteza de la tierra, contamina el aire, las aguas superficiales, daña los acuíferos y tiene impactos sobre la flora y fauna.

Y sobre todas las cosas, trastoca la vida, afectando la salud de la población que habita en su entorno”, consideró la FUCLAT.

“Los títeres del gobierno son sometidos a tal extremo que están obligados a proteger los intereses de la empresa First Quantum”, dueña de la Minera Panamá S.A. (empresa canadiense cuyo principal producto es el cobre), “que continúa operando de forma ilegal, imponiendo sus condiciones por encima de la constitución y de las leyes panameñas”, apuntó en un comunicado.

El contrato con esa transnacional es dar luz verde al extractivismo “al saqueo a manos llenas de los corruptos gobernantes”, denunció la organización hermana, y “nunca deberá ser aprobado” por el parlamento “bajo ningún concepto”.

FUCLAT reclamó además la expulsión de Panamá de First Quantum y “todos los proyectos similares”, y señaló que también deben ser castigados “los cómplices corruptos que dentro y fuera del gobierno se han atrevido vender al país de múltiples maneras para enriquecerse a costas del pueblo que sufre las humillaciones y desigualdades sociales” producidas por el “capitalismo salvaje”.