Colombia vivió una etapa de mucha violencia que afectó de forma directa a nuestra región de Urabá.

Sintrainagro tiene 47 años de lucha por los trabajadores, hombres y mujeres, del agro y una fuerte representación en los sectores la palma africana, azúcar y arroz, pero en el que tenemos mayor presencia e incidencia es en el sector bananero.

Somos el sindicato más grande del agro colombiano y a lo largo de nuestra historia hemos alcanzado distintos logros en la defensa de los derechos de trabajadores y trabajadoras del sector, como las convenciones colectivas en todos los sectores.

Sin embargo, las dificultades persisten.

Actualmente el sector empresarial bananero aduce dificultades para poder cumplir con los derechos laborales de sus trabajadores.

En una reunión en la que participamos recientemente en Madrid los empresarios y asociaciones de productores bananeros manifestaron que no pueden mantener las condiciones laborales de los trabajadores porque a ellos no se les incrementa el precio del banano y sí los costos para producirlo

Todo esto coloca al sector y a sus trabajadores en una situación bastante complicada. Sintrainagro enfrentará con todas sus capacidades los cambios que se quieran implementar perjudicando a nuestros afiliados.

En Colombia siempre se dijo que había libertad sindical pero esa libertad nos costó ríos de sangre.

Miles de dirigentes sindicales han sido asesinados por luchar por los derechos de trabajadores y trabajadoras.

Fueron muchos los dirigentes de Sintrainagro que murieron en la lucha y es por eso que nosotros no bajamos los brazos.

Seguimos adelante, aunque no sea esta una tarea sencilla.

En Colombia recientemente protagonizamos un cambio, luego que el año pasado el pueblo cansado protagonizara un gran estallido social contra las políticas del gobierno de Iván Duque, un gobierno que dejó a miles de colombianos y colombianas sumergidos en la pobreza, desmanteló los derechos laborales, atacó al agro y a la producción nacional.

Ahora tenemos un gobierno de corte progresista que esperamos esté del lado de los trabajadores y las trabajadoras.

Tenemos grandes expectativas de que podamos recuperar los derechos laborales perdidos en años de gobiernos neoliberales.

Acompañamos a la vicepresidenta Francia Márquez en su trabajo en pro de la equidad, una tarea nada sencilla, porque, al igual que en Brasil y en otros países de la región y el mundo, la ultraderecha gana espacios y cada vez quiere quitar más derechos.