Con Andrea Cegna
Las elecciones del pasado domingo en Italia han entregado la conducción del país a una coalición liderada por el partido ultraderechista Fratelli d’Italia. Su principal dirigente, Giorgia Meloni, será con mucha probabilidad la primera jefa de gobierno mujer de la historia de este país.
Giorgio Trucchi
30 | 09 | 2022
Andrea Cegna | Foto: Giovanni Candida
Para analizar cómo se ha llegado a este resultado conversamos con Andrea Cegna, redactor de Radio Onda d’Urto y colaborador del periódico Il Manifesto.
-¿Cuáles son las claves de lectura de lo que ha pasado el domingo?
-Un primer elemento es que haberse mantenido en la oposición al gobierno de coalición nacional de Mario Draghi ha pagado. Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia) se convierte en la primera fuerza política del país y Sinistra Italiana (Izquierda Italiana) aumenta sus votos y logra varios escaños en ambas cámaras.
Por el contrario, los partidos que han cogobernado en los últimos años han perdido consenso, en especial el Movimiento 5 Estrellas y La Liga.
Un segundo elemento tiene que ver con el análisis de los flujos electorales. Si analizamos las cantidades de votos recibidos, y no solamente los porcentajes que varían según el total de votantes, vemos cómo tanto el centroizquierda como el centroderecha repiten los resultados de las pasadas elecciones.
Las dos fuerzas políticas que pierden más votos son la Liga de Matteo Salvini, que sufre una verdadera canibalización de parte de Fratelli d’Italia y, en cantidad menor, de Forza Italia, y el Movimiento 5 Estrellas, que se presentaba solo y que reduce a la mitad sus votos.
A ese propósito es interesante ver cómo la cantidad de votos que pierde el Movimiento 5 Estrellas coincide con la cantidad de ciudadanos que decidieron no concurrir a las urnas.
-¿Qué significa esto?
-En las pasadas elecciones, muchas personas vieron al Movimiento 5 Estrellas como una alternativa a la política tradicional y lo votaron masivamente. El fracaso del gobierno que integraron parece haberlas llevado a no querer saber más de política, ni de partidos, ni de elecciones.
Por otro lado, la victoria de Meloni no significa un aumento del voto de protesta, ni la captación del voto indeciso, sino el traslado de los votos tradicionalmente de derecha hacia Fratelli d’Italia, a costa principalmente del caudal potencial de votos de la Liga.
-El abstencionismo se disparó. Más de un tercio no fue a votar y hubo un aumento del 9 por ciento respecto a las pasadas elecciones.
-Hay millones de personas que están mandando una señal muy clara: independientemente de quien gobierne nunca habrá un cambio de modelo económico que beneficia a unos pocos, que precariza el trabajo, sin tutela para las personas, que empobrece a la mayoría y que sólo implementa medidas populistas.
-¿Crees que hay peligro de que vuelva el fascismo en Italia?
-No creo. Fratelli d’Italia se ha convertido en el sujeto político más fuerte de la coalición y ha venido sumando a mucha gente que viene de los demás partidos de derecha y conservadores.
El país no votó para que el fascismo volviera a gobernar, sino a favor de una fuerza política que se opuso, por ejemplo, a políticas y medidas impuestas por la Unión Europea, a la forma en que se hizo frente a la pandemia y se manejó el tema de los migrantes.
-¿Qué gobierno será el de Meloni?
-Vamos hacia una fuerte contracción de los derechos civiles y sociales, haciendo prevalecer la tutela de la familia tradicional como bastión del ultracatolicismo, la defensa de la “italianidad”, el control férreo de las fronteras y la criminalización de los migrantes.
A nivel económico será más de lo mismo del pasado, posiblemente con más atención a los sectores que conforman su base electoral, es decir al capitalismo industrial más que al financiero y transnacional.
También es posible que se impulsen medidas paliativas de ayuda dirigidas a la familia tradicional y la clase media, que viven momentos difíciles.
-¿Y a nivel internacional?
-Habrá un fortalecimiento de las relaciones con las fuerzas de la ultraderecha europea que ya gobiernan en algunos países, en función de una mayor independencia económica ante la Unión Europea, Estados Unidos y China.
Por otro lado, Meloni ya ha confirmado su apoyo al atlantismo, a la OTAN y al gobierno de Kiev.
-Un tema que preocupa es la nueva derrota de la centroizquierda y la izquierda. ¿Cuál es tu análisis?
-El Partido Democrático paga todos los años en que ha dejado de tener una identidad política, un perímetro cultural-ideológico propio, convirtiéndose en el “partido del establishment”.
Por el contrario, la izquierda sigue en manos de la misma dirigencia política. Y no se ve la voluntad de abrir a las nuevas generaciones y a nuevas experiencias sociales.
El verdadero desafío para la izquierda italiana es la construcción de un nuevo sujeto político en manos de los jóvenes, de cara a un cambio radical en materia ambiental.