Como se temía, el TSE decidió sorpresivamente declarar presidente electo al actual mandatario Juan Orlando Hernández, quien buscaba reelegirse pese a que la Carta Magna de Honduras lo prohíba.
El actual mandatario ganaría con el 42,95 por ciento de los votos, 1,5 por ciento arriba del candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla.
La decisión, que ha desatado fuertes protestas y tomas de calles, puentes y carreteras en todo el país, fue tajantemente condenada por la Alianza, que insiste en denunciar el gigantesco fraude con el cual el partido de gobierno le habría arrebatado la victoria a Nasralla.
“Rechazamos absolutamente la declaración del TSE, desconocemos cualquier acto en que el mismo incurra, por haberse constituido en un organismo criminal al servicio del fraude electoral organizado desde el gobierno”, dice un comunicado1 leído por el ex presidente Manuel Zelaya.
La Alianza de Oposición instó a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional “ponerse a la orden del presidente electo Salvador Nasralla, ya que de lo contrario se convertirían en cómplices del delito de lesa Patria”.
También exigió parar los asesinatos de personas “que protestan pacíficamente y luchan para terminar con esta monstruosa y criminal dictadura”.
Asimismo, lamentó la posición tibia asumida por las misiones de observación de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos ante el fraude, al tiempo que pidió a la población no creer a las versiones noticiosas “que envía el régimen a través de los medios de comunicación a su servicio”.
En su informe preliminar la MOE-OEA dijo haber observado “un proceso de baja calidad electoral” y por ende no puede “afirmar que las dudas sobre el mismo estén hoy esclarecidas”.
Minutos después, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, propuso, a través de cuenta de twitter, “nuevas elecciones para garantizar paz y concordia en Honduras ante la imposibilidad de dar certeza al resultado electoral”.
Finalmente, la Alianza de Oposición llamó a la movilización inmediata y definitiva del pueblo hondureño.
Después de la declaratoria del TSE la gente salió nuevamente a las calles y se registran tomas de carreteras en todo el territorio nacional. Se teme que la represión pueda recrudecer.
Del 30 de noviembre se han registrado 20 muertes y decenas de heridos.
“Nos enfrentamos a una derecha torpe y primitiva que pretende seguir impulsando y desarrollando un proyecto que beneficia solamente a una reducida élite, que es la que sostiene a Juan Orlando Hernández.
Esta declaratoria del TSE nos manda una señal muy clara, y pretende decirnos que Honduras es de ellos y que si no nos sometemos nos van a aplastar”, dijo el sacerdote Ismael Moreno, director de Radio Progreso.
“No les interesa buscar y crear consenso, sino adueñarse del país. Quien se opone es tildado de enemigo”, agregó.
La gente en las calles advierte que para este lunes se podría dar una fuerte escalada de la protesta.