El golpe de Estado de 2009 marcó el inicio de una verdadera ofensiva contra la comunidad LGBTI.
De acuerdo con datos de organizaciones de la diversidad sexual, durante los últimos 10 años en Honduras se han registrado 313 muertes violentas.
De ellas, tan solo 67 han sido judicializadas, resultando en menos de 20 sentencias condenatorias, lo que refleja impunidad en el 96 por ciento de los casos1.
Este 17 de mayo, la comunidad LGBTI denunció que está siendo víctima de una violencia estructural donde prima la ausencia del Estado.
“Los marcos legales todavía excluyen a las personas LGBTI del goce de muchos derechos fundamentales. Asimismo, sufrimos la ausencia de políticas públicas que garanticen el acceso a educación, salud y trabajo en igualdad de condiciones”, dijo a La Rel José Zambrano, miembro de la Apuvimeh2.
En el caso del VIH/sida, la situación en Honduras sigue siendo muy complicada. El estigma y la discriminación hacia la diversidad sexual profundizan la problemática.
“Muchas personas, sobre todo las y los jóvenes, tienden a no hablar ni a informarse sobre temas tan delicados como la sexualidad y la protección. La ausencia de una campaña sistemática de prevención, sobre todo en la zona rural, nos está haciendo retroceder en cuanto a la lucha contra esta enfermedad”, explicó Zambrano.
El activista aseguró que tampoco existen esfuerzos significativos de parte de las instituciones para ir sensibilizando a la población, rompiendo con los estigmas y la discriminación que aún permean la sociedad hondureña.
“Las iglesias siguen satanizando a la diversidad sexual, en un discurso cargado de odio y discriminación que trasciende a las familias y a la población en general. Necesitamos del compromiso firme del Estado de combatir este flagelo, así como de un marco legislativo más incluyente hacia la diversidad sexual”, manifestó el activista.
Uno de los efectos más dramáticos de esta situación es el aumento del desplazamiento forzado interno y de la migración hacia otros países.
“Cada vez hay más miembros de la comunidad LGBTI que deciden cruzar fronteras e irse del país, huyendo de la violencia, la discriminación y la falta de oportunidades. Ha habido algún avance, pero falta muchísimo por hacer. Necesitamos que el Estado cumpla los compromisos adquiridos tanto a nivel nacional como con los organismos internacionales de derechos humanos”, concluyó el activista de la Apuvimeh.
2 Asociación para una Vida Mejor de Personas Infectadas/Afectadas por el VIH/Sida en Honduras